Consejos para usar correctamente la bicicleta
LA BICICLETA
En todo vehículo es imprescindible, y a veces obligatoria, una revisión periódica del estado de sus elementos para garantizar su correcto funcionamiento y poder circular con total seguridad.
En el caso de la bicicleta, los puntos principales a controlar son el estado de las cubiertas, ruedas, frenos, sistemas de iluminación, holguras de los diferentes rodamientos (especialmente dirección), altura correcta del sillín y del manillar.
Además, resulta más que aconsejable tener una dotación mínima para hacer frente a la avería más habitual: el pinchazo. Para ello, se precisa llevar una bomba o inflador (adaptado al tipo de válvula de que dispongan las ruedas), una o dos cámaras de repuesto (o en su defecto una cajita de parches), desmontadores de cubierta y una llave adecuada para soltar las ruedas del cuadro.
Tampoco está de más llevar bombillas o pilas de repuesto para el foco delantero y el piloto trasero, al menos cuando se circule de noche.
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LA SEGURIDAD
El casco.
Su uso debe estar automatizado y plenamente integrado en todas y cada una de las salidas, y debe ponerse correctamente.
El timbre.
Como en otros ámbitos, el sentido común deberá prevalecer y el timbre debe utilizarse solo si hace falta.
Hacerse ver.
Durante el crepúsculo (al amanecer y al anochecer) o durante la noche, además de utilizar el alumbrado y asegurarse de que los catadióptricos de las bicicletas están en perfectas condiciones, se deberá insistir en la necesidad y obligación de utilizar algún elemento reflectante en la vestimenta para poder advertir a otras personas.
La regla de seguridad en las maniobras.
Para realizar cualquier maniobra, es necesario aprender y memorizar los cuatro pasos siguientes:
• Observar si las circunstancias del tráfico (otros vehículos, peatones…) y de la vía (señalización, obstáculos…) permiten efectuar el cambio.
• Señalizar visiblemente y con anticipación la nueva dirección.
• Comprobar la falta de riesgo para realizar la maniobra.
• Maniobrar finalmente con decisión.
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LA NORMATIVA
Se debe recordar que la bicicleta es un vehículo, y como tal está sujeta a la normativa de tráfico y seguridad vial. Es muy importante que esto se entienda y acepte, importante para tu seguridad y la de quienes te rodean.
Conviene por tanto incidir en el respeto a todos los mensajes de las señales de tráfico: semáforos, cruces, rotondas…, así como afianzar los apartados que se indican a continuación:
• Con carácter general, se evitará entorpecer indebidamente la circulación ni causar peligro o molestias innecesarias a las personas.
• Es necesario conducir con diligencia y precaución evitando comportamientos temerarios. Este tipo de conductas son consideradas como infracciones muy graves.
• La tasa máxima de alcoholemia es de 0,25 miligramos por litro en aire espirado y cualquier persona que conduce una bicicleta está obligada a someterse al preceptivo test.
• La utilización del casco de protección homologado es obligatoria en las vías interurbanas, siendo aconsejable su utilización en todo tipo de vías, también las urbanas y terrenos.
• Está prohibido conducir utilizando auriculares conectados a receptores o reproductores de sonido así como el uso del teléfono móvil.
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CÓMO SE REALIZAN LAS MANIOBRAS
Incorporación a la vía
Antes de iniciar la marcha o incorporarse a la circulación hay que comprobar, mirando hacia atrás, que no se acercan otros vehículos o bien que están suficientemente lejos.
Advertencias
Las bicicletas, como el resto de vehículos, deben advertir las maniobras que vayan a efectuar con tiempo suficiente.
Para señalizar el giro a la derecha hay dos opciones:
• Elevar el brazo izquierdo horizontalmente hasta la altura del hombro y formar un ángulo de 90º con el antebrazo.
• Elevar el brazo derecho totalmente horizontal.
Elevar el brazo izquierdo horizontalmente y paralelo al suelo, con la palma de la mano hacia abajo.
Cambios de sentido
Si se pretende realizar el cambio en una vía de doble sentido donde esté permitido, la bicicleta deberá ceñirse a la marca longitudinal de separación o mediana, y si esta no existiese, no deberá invadir la zona destinada a la marcha en sentido contrario.
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En vías interurbanas, y si no existe un carril acondicionado para efectuar el cambio de sentido, la bicicleta deberá colocarse a la derecha, fuera de la calzada siempre que sea posible, e iniciar la maniobra desde ese lugar.
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CÓMO CIRCULAR POR CIUDAD
• Donde exista un carril-bici es obligatorio su uso por parte de las bicicletas. En estos casos no se puede circular por la calzada.
• Cuando no exista carril-bici se ha de circular por la parte derecha de la calzada, por el arcén. Se permite hacerlo fuera del arcén cuando este sea impracticable, pero se tendrá que circular lo más cerca posible del lado derecho.
• La entrada a la vía siempre habrá de hacerse tras observar que no existe ningún vehículo que pueda (o al que se pueda) estorbar al efectuar la maniobra.
• Para acceder a la calzada habrá que esperar a que las condiciones sean las adecuadas teniendo en cuenta la velocidad y posición de los vehículos que ya están en ella y/o de los que pretendan incorporarse a la circulación en el mismo tramo.
• Cuando se accede a una calle distinta a la que se viene utilizando, frenar para observar las nuevas condiciones.
• La normativa de tráfico no permite circular en bicicleta por las aceras. En ellas se tendrá que llevar la bicicleta de la mano, caminando. Si se camina por la acera con la bicicleta de la mano, se tendrá cuidado para no acercarla demasiado a los peatones.
• Al igual que otros vehículos deben respetar a las bicicletas por ser más débiles, también estas lo deben hacer con los peatones. Un claro ejemplo es el cruce de pasos de cebra, donde los viandantes tienen preferencia.
• No se ha de esperar al último momento para avisar a un peatón de nuestra presencia, y si vemos que se pueden cruzar en nuestro camino, se deberá moderar la velocidad hasta igualarla con la suya.
• Si circula por una calle con vehículos aparcados a la derecha, para evitar sorpresas desagradables, como la de abrirse una puerta de algún coche, circula siempre en línea recta.
Circular en ciudad puede parecer algo fácil, pero realmente el peligro acecha en cualquier momento si no se pone un poco de atención:
• Alcantarillas y rejillas mal montadas.
• En calles reasfaltadas a veces aparecen escalones laterales que son peligrosos.
• Obstáculos como coches que van a salir de un aparcamiento, apertura de puertas en coches aparcados, autobuses arrancando de su parada o viandantes cruzando por donde no se debe. La mejor solución es la atención al conducir.
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CÓMO CIRCULAR POR CARRETERA
• Cuando exista un carril-bici es obligatorio su uso por parte de los/las ciclistas. En estos casos no se puede circular por la calzada, ni siquiera por el arcén de la vía.
• Cuando no exista una vía propia para ciclistas, se ha de circular por la parte derecha de la calzada, por el arcén. Se permite hacerlo fuera del arcén cuando este sea impracticable, pero se tendrá que circular lo más cerca posible del lado derecho.
• Está prohibido circular por autopistas o autovías (aunque pueden existir excepciones para estas últimas) porque las bicicletas no pueden alcanzar legalmente la velocidad mínima requerida para circular por ellas.
• Si por cualquier causa se tiene que caminar con la bicicleta de la mano por el borde de la calzada, a falta de acera, se hará por la derecha, a diferencia de los peatones que lo deben hacer por su izquierda.
• La velocidad máxima a la cual podrá circular una bicicleta en vías interurbanas es de 45 km/h.
• La entrada a la vía siempre habrá de hacerse tras observar que no existe ningún vehículo que pueda (o al que se pueda) estorbar al efectuar la maniobra.
• Para acceder a la calzada habrá que esperar a que las condiciones sean las adecuadas teniendo en cuenta la velocidad y posición de los vehículo que ya están en ella y/o de los que pretendan incorporarse a la circulación en el mismo tramo.
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CÓMO CIRCULAR POR EL CAMPO Y LA MONTAÑA
La mayor diferencia entre circular por carretera y hacerlo por pistas o caminos de tierra es el menor agarre que estas superficies ofrecen. Así pues, habrá que tenerlo en cuenta tanto en subidas como en bajadas.
Cuanto más grueso sea el neumático, más baja se puede llevar la presión, con lo cual mayor será la comodidad. Tampoco es conveniente llevar la presión demasiado baja, pues se pueden producir pinchazos por pellizco, característico por verse dos pequeños agujeros casi juntos en la cámara.
Aunque pueda parecer divertido, cruzar riachuelos sobre la bici es peligroso si no se ve el fondo, y además los rodamientos y otras partes de la bicicleta sufren innecesariamente.
Es conveniente respetar una serie de normas de conducta en el campo, diferentes a las del medio urbano:
• Respetar la propiedad privada. El campo también tiene sus dueños, aunque a veces no lo parezca.
• Utilizar siempre los caminos. Los atajos erosionan el terreno, además que puede pertenecer a alguien.
• No ahuyentar a los animales e intentar pasar desapercibido/a.
• No ensuciar el campo. Llevar a casa todo lo que se ha traído. Nada más y nada menos.
• En caso de que sea necesario abrir algunas verjas, cerrarlas inmediatamente después de pasar para evitar la salida del ganado.
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CÓMO FRENAR EFICAZMENTE
El freno que más efectividad tiene es el delantero. Aunque siempre existe el temido riesgo de dar una voltereta por utilizarlo fuertemente, la bicicleta frena en menos espacio utilizando adecuadamente ambos frenos, delantero y trasero. Se debe frenar con determinación y fuerza suficientes para detenernos en el espacio seguro, pero sin llegar al bloqueo de alguna de las ruedas.
Asimismo, para evitar el bloqueo de cualquiera de las ruedas, lo ideal es frenar a “impulsos”, esto es, apretando intermitentemente la palanca (apretar-aflojar-apretar-aflojar…) con más o menos fuerza según necesite reducir la velocidad o incluso detenerse.
Lo mejor es frenar cuando se circule en línea recta. De esta manera la bicicleta estará en posición vertical y la máxima superficie de goma de los neumáticos estará apoyada sobre el firme. Hay que tener en cuenta que cuanto más inclinada esté la bicicleta sobre el asfalto, también lo estarán las ruedas, con lo que la cantidad de “goma” en contacto será menor y, por tanto, el riesgo de derrapar en ambas ruedas también aumentará.
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QUÉ HACER ANTE LOS BACHES
Aunque no hay una norma exacta para evitar caer en un bache o tropezar con algún obstáculo en el suelo, la experiencia nos puede ayudar. Hay que evitar fijar la vista en un punto cercano a la rueda delantera. Además, como suelen decir expertos ciclistas, “si se mira constantemente a un bache, al final caes en él”. La mejor forma para evitar ese percance es, una vez identificado el agujero, elevar la vista del suelo y, manteniendo la mirada hacia un punto más alejado, esquivarlo suavemente con el movimiento sobre el manillar.
Si no hay más remedio y se va a pasar sobre el bache o algún obstáculo en la carretera, lo mejor es agarrar fuerte el manillar y adoptar con el cuerpo una posición de amortiguación (brazos encogidos y de pie sobre los pedales con las piernas flexionadas).
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Alexis Rumbo ha comentado el 13 de agosto de 2017
Interesantes Bici-precausiones. Exitos.