Esquejes y acodos, dos formas de reproducir o multiplicar plantas

Esquejes y acodos son dos formas sencillas de reproducir o multiplicar las plantas de huerto y del jardín.

Te voy a dar algunos consejos prácticos a partir de mis experiencias para que te sea más fácil multiplicar plantas sin recurrir a la siembra de semillas.

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Cómo hacer esquejes

Los esquejes son tallos o ramas que hemos obtenido de una planta madre que plantamos en un sustrato rico en materia orgánica para que produzca sus propias raíces y dé una nueva planta igual que la madre.

Seleccionaremos las plantas más fuertes y lustrosas de las que tomar los esquejes, y dependiendo del tamaño de ésta los esquejes serán más o menos largos e irán siempre en proporción al tamaño de la planta madre. En general, se recomienda que el esqueje no supere los 15 cm de largo.

Preferentemente haremos los esquejes en primavera evitando los días demasiado calurosos y secos. Además te aconsejo que riegues la noche anterior para que el esqueje tenga mejor resistencia.

Una vez hemos cortado la rama o tallo por debajo de uno de los nudos, retiramos las hojas y yemas que pueda tener en la parte inferior pero deja las yemas y hojas que hay en la parte superior, esto servirá para mejorar el enraizamiento. Por cierto, para estimular el desarrollo de raíces puedes hacer esto  y hacer un pequeño corte en la base. Después lo plantamos a una profundidad aproximada que sea igual o superior a la mitad de su longitud.

El sustrato donde plantamos el esqueje debe ser rico en materia orgánica y tener buen drenaje. Igual de importante es proteger el esqueje de vientos y de sol directo, especialmente si ya hace calor.

Dependiendo de la planta y de las condiciones que tenga el esqueje, veremos que empieza a desarrollarse y empiezan a brotar nuevas yemas y hojas. En ese momento ya podremos trasplantar la planta a una zona más soleada.

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Cómo hacer acodos

Los acodos los podemos realizar en primavera y otoño. Con los acodos conseguimos nuevas plantas enterrando una porción de una de las ramas de la planta madre en la tierra a la que previamente le habremos hecho un pequeño corte con una navaja limpia. Este sustrato debe mantenerse siempre con cierta humedad y debe ser rico en materia orgánica. Una vez que la rama empieza a desarrollar raíces ya podemos cortar la rama para dividir la planta madre de la nueva planta.

 Los acodos aéreos se consiguen atando a una rama, una bolsa de plástico negro llena de turba húmeda o sustrato rico en materia orgánica, hasta conseguir que eche raíces.

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