Germinación de semillas: Cómo preparar los semilleros o plantines

Crear y mantener un huerto necesita de una buena planificación desde el comienzo.¿Cuál es el primer paso a dar si queremos montar un huerto? Preparar los plantines o semilleros. Es un proceso por el cual germinamos las semillas que darán las plantas de nuestro huerto. Como puedes imaginar, la germinación y la preparación de los semilleros es un proceso muy importante.

Para facilitar aún más la elaboración y mantenimiento, proponemos un paso a paso para preparar semilleros y huerto de hortalizas variado y adaptado al espacio disponible.

.

¿Qué sembrar y cuándo?

Lo primero es definir qué hortalizas queremos y podemos tener en nuestro huerto. Elegirás las hortalizas que más gustan en la familia, pero también el espacio y las condiciones del lugar serán determinantes.

Puedes empezar con una lista de lo que deseas cosechar para luego definir las variedades. En un huerto urbano el volumen de los recipientes que se puedan instalar determinará, por ejemplo, la variedad de hortalizas que puedes escoger en función de las condiciones que necesitan y la producción que esperas.

Otra situación a considerar es la disposición de recursos (agua y sol), esto también tiene importancia en el cultivo de hortalizas y es fundamental para los semilleros.

Además, será necesario considerar la temporada de cada una de las hortalizas, para lo cual es necesario revisar el calendario de siembra.

.

Las semillas

Se comercializan diferentes tipos de semillas ecológicas que cuentan con certificación a partir de la normativa de la Unión Europea: AB: Agricultura Biológica; NT: No Tratada; BIO: Biológica; ORG: Orgánica; ECO: Ecológica.

Además el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España cuenta con una base de datos de Semillas de Producción Ecológica para todas las consultas. En otros países también existen bases de datos en diferentes organismos e instituciones de extensión.

Por otra parte, es conveniente seleccionar aquellas variedades autóctonas, pues garantizan una buena adaptación a las condiciones climáticas y a los suelos de la región.

También es posible obtener y reservar semillas propias, así como participar en el intercambio de semillas con otros agricultores para ampliar la variedad del huerto.

.

Los semilleros

Si bien el semillero es importante para algunas hortalizas, no todas soportan el trasplante y se plantan directamente en tierra o en el recipiente definitivo (por ejemplo, zanahorias, rábanos, remolachas, calabazas, melón, pepino, sandía).

Sin embargo, para algunas plantas, el semillero es el lugar más adecuado para inicio de la vida productiva y reproductiva de la planta, por lo que se trata de un procedimiento de vital importancia para el crecimiento de la plata y la producción del fruto, garantizando el éxito del cultivo.

Por otro lado, los semilleros permiten manejar mejor las condiciones ambientales para cultivos más tempranos; mientras que la semilla en tierra esperará las condiciones propicias para crecer, en el semillero podemos producir o mejorar las condiciones para que se desencadene.

Para un semillero necesitas, básicamente, los siguientes elementos:

• Bandeja con huecos, o bien vasos, útiles para colocar el sustrato y las semillas, y que permitan adecuar las condiciones óptimas de luz, temperatura, humedad y fertilidad a las primeras etapas de desarrollo.
• Semillas de distintas hortalizas, las que hayas conseguido en el mercado o intercambio.
• Sustrato y compost, para que tenga una buena retención de agua y aireación se suele preparar una mezcla (50% compost, 40% fibra de coco, 10% arlita o perlita)
• Etiquetas para identificar cada hueco, bandeja o vaso donde se producirá la plántula.

.

El proceso paso a paso para sembrar en semilleros

1. La bandeja o recipientes semilleros se rellenan con una capa de al menos 4 cm de sustrato, casi hasta el borde y que quede bien parejo en todos los recipientes, sin presionar el sustrato en exceso.
2. Se hace una pequeña perforación de alrededor de 2 cm, simplemente un huequito con el dedo. El sustrato debería tener algo de humedad, si crees que falta, puedes rociarlo con un poco de agua.
3. En el hueco se ponen las semillas, dos o tres por hueco si son semillas pequeñas, haz lo posible por no poner de más. Puedes ayudarte con una pinza o algo similar. Un truco para las semillas demasiado pequeñas. que no pueden manejarse de forma individual, es mezclarlas con un poco de arena, para repartir la mezcla “a ojo” lo mejor posible entre los recipientes semilleros.
4. Para cubrir la semilla podrías utilizar el mismo sustrato o también sólo compost. Esta cubierta debe ser de unas 2 veces el diámetro de la semilla.

Los semilleros necesitan bastante atención al riego. Todo el riego que se les haga debe hacerse en forma de rocío o de lluvia muy fina, pues habrá que evitar que se formen charcos y se remueva el sustrato en los recipientes.

Como en estos recipientes se efectúa una gran actividad fotosintética, son muy sensibles a cualquier cambio y pueden no sobrevivir a cambios bruscos de temperatura o humedad.

Para evitar cualquier disturbio y asegurar que las condiciones se mantengan, los semilleros suelen cubrirse con plástico transparente a modo de invernadero, lo que a su vez brinda protección ante el viento y la lluvia.

Recuerda que las siembras se realizan en las horas de la mañana y los trasplantes se hacen por la tarde para permitir que la planta se adapte progresivamente al cambio.

.

La germinación de las semillas

Cada especie tiene su tiempo de germinación y crecimiento, pero las condiciones también influyen en estos procesos.

En general, la temperatura ideal para la germinación está entre los 16 y los 28 °C, temperaturas menores a 10 °C y superiores a 35 °C inhiben la germinación. La luz y la humedad también juegan un papel importante e interactúan con la temperatura.

Otros factores que influyen son la madurez de la semilla, la longevidad y las condiciones de conservación. También, para las semillas medianas y grandes (como las de calabaza) se sugiere remojarlas unas cuantas horas antes de la siembra.

.

El momento del trasplante

Una vez las plántulas han crecido lo suficiente es posible situarlas en su lugar definitivo, con cuidado de no romper la raíz. ¿Cuándo ocurre esto? Bueno, en general, se esperan unos 30 a 35 días, aunque esto depende del tamaño que haya alcanzado la plántula según las condiciones del semillero, la especie y la variedad.

Para no equivocarnos, se tiene que considerar que las raíces hayan ocupado casi todo el recipiente semillero, conteniendo el sustrato para que no se desmorone al momento del trasplante.

Unos días antes del trasplante, se recomienda disminuir el riego para endurecer la planta, generando condiciones más parecidas a las que tendrá en el lugar definitivo.

Sin embargo, justo antes de realizar el trasplante, habrá que rociar el semillero para humedecer el sustrato y evitar que se dañen las raíces al momento del trasplante.

En el lugar definitivo se hace un hueco donde se pondrá a plántula. Una vez trasplantada la plántula, se presiona un poco la tierra o sustrato y se riega.

.

Evita estos errores comunes en el manejo de semilleros

Hasta aquí la tarea se irá mejorando con la práctica y, a medida que ganes experiencia y seguridad, mejores serán los resultados en la huerta. Sin embargo, además de factores de diversa índole que pueden afectar la germinación, existen unos cuantos fallos comunes en el manejo de semilleros:

• Inadecuado sustrato, si bien se consiguen algunos preparados comerciales, con el tiempo podrás ir mejorando la composición de la mezcla según las condiciones del huerto, las semillas, el clima, entre otros.
• Llenado desigual de las bandejas, vasos o recipientes semilleros, esto condicionará la germinación y el crecimiento.
• La siembra de la semilla muy superficial o muy profunda.
• El riego en exceso (lavado o charcos) o deficiente (pérdida de humedad).