Por qué y cómo hacer un invernadero casero

Los cultivos son dependientes de factores ambientales como temperatura, humedad y luz, siendo, por ello mismo, vulnerables a eventos meteorológicos adversos como temperaturas extremas -tanto bajas como elevadas-, lluvias intensas, vientos fuertes, granizo o nieve.

Considerando esos factores, y que las condiciones varían también estacionalmente en las diferentes latitudes, el ser humano ha ideado diversas formas de cultivar bajo condiciones controladas, una de las cuales es el invernadero o invernáculo.

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¿Qué es un invernadero?

Se trata de una instalación cubierta y abrigada de manera artificial, formada por una estructura de materiales resistentes sobre los que se coloca una cubierta hecha de materiales transparentes como nylon o vidrio.

El cultivo en invernaderos permite diversificar los alimentos consumidos por la familia a lo largo de todo el año, además de controlar y reducir el consumo de agua, aprovechar mejor el espacio, y facilitar el control de plagas y enfermedades.

Técnicamente, para cumplir su función de resguardar los cultivos de las condiciones climáticas adversas, el invernáculo debería tener:

• Una estructura hermética y fácil de ventilar.
• Estar construido con materiales resistentes y anclados al suelo.
• Una cubierta que permita pasar la luz solar.

Estas condiciones son clave en la obtención del efecto invernadero, facilitando la acumulación de calor durante el día para despedirlo lentamente durante la noche.

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Condiciones para instalar un invernadero en casa

Los invernaderos se pueden construir en cualquier sitio que reúna las siguientes características:

• 5 horas diarias de luz solar.
• Disponibilidad de agua permanente.
• Protección de los vientos dominantes.
• Zona no inundable.
• Suelo no contaminado.
• Terreno aplanado.

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Materiales para la construcción de un invernadero

Los materiales necesarios para construir un invernadero varían según el sitio donde se lo quiera instalar, el tamaño y el presupuesto económico disponible para ello, pero básicamente se necesitan:

• Materiales para la estructura, los más comunes son la madera y el metal. Según la región, un material u otro puede resultar más económico en la inversión inicial, pero es importante considerar que requieren mantenimiento, según el tratamiento de fabricación y la forma en que se ejecuta la obra.
• Materiales para las aberturas, es importante considerar la funcionalidad de estas, tanto en facilitar el acceso y ventilación, como en cuanto a los accesorios para garantizar su hermeticidad.
• Materiales para los zócalos, son un elemento de central importancia, pues evitan el paso del viento y garantizan la hermeticidad y resistencia de la construcción, por lo que suelen realizarse en materiales rígidos como madera, metales, material de construcción o plásticos de resistencia al alto impacto.

La cobertura del invernadero merece un apartado específico pues es central en cuanto a durabilidad y costes. Al elegir el material, lo más importante es que debe ofrecer el máximo efecto invernadero espontáneo posible a partir de dos características básicas:

• Máxima transparencia para dejar pasar la luz solar de onda corta; y,
• Máxima capacidad para retener las radiaciones térmicas o de onda larga.

Otro aspecto básico para considerar, tanto el tipo de material para la cobertura como el tipo de estructura, es la comodidad para realizar el montaje, mantenimiento, reparaciones y reemplazos cuando sea necesario.

En zonas de inviernos templados, el plástico lleva la delantera y puede ser de diferentes tipos:

• Plásticos rígidos, mayormente utilizado en estructuras metálicas, siendo también el que generalmente su utiliza para los zócalos, como pueden ser los policarbonatos, PVCs, polimetacrilato de metilo y poliéster estratificado.
• Plásticos flexibles, como el polietileno de larga duración (PE LDT) en diferentes mirones, que tiene inhibidores de las radiaciones ultravioletas.
• Materiales coextruidos, aquellos que combinan un capa de polietileno LDT con otros que le aportan más flexibilidad, resistencia a rasgados, anti goteo, propiedades fotoselectivas, etc.

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Invernadero casero en poco espacio

Junto con las condiciones anteriores, un aspecto fundamental para determinar qué materiales  y tipo de estructura utilizar, es el espacio disponible a lo largo de todo el año.

Si tienes más de 20 m2 y quieres utilizarlos para el cultivo de hortalizas, medicinales y aromáticas, no encontrarás mayores inconvenientes para conseguir planos y especificaciones técnicas destinadas a proyectos productivos de autoconsumo y venta de excedentes.

Sin embargo, si el espacio destinado a la huerta es de sólo unos cuantos metros y consideras la producción únicamente para el consumo familiar, o incluso piensas la instalación del invernáculo sólo para proteger algunas especies menos resistentes a los cambios estacionales, las alternativas dependen un poco más de la creatividad.

Invernadero plegable

Una idea simple para proteger las plantas de heladas y noches muy frías, perfecto para macetas móviles, es este económico y simple modelo plegable que utiliza la pared de la vivienda como soporte principal.

Puede construirse con tuberías de PVC, resultando también liviano para guardarlo en el garaje o el trastero durante la primavera y el verano, pero al mismo tiempo resistente ante los vientos. También pueden utilizarse otros materiales, incluso reutilizar maderas para construir la estructura y dejarla plegada sobre la pared todo el año.

La construcción de la estructura tiene forma de fuelle, con 3 estructuras en forma de arco rectangular; una de ellas se fija a la pared, otra quedará flotante sobre la huerta y la tercera alcanzará el suelo para fijarse a este con algún contrapeso o estaca para mayor seguridad frente a los vientos.

Una variante de mayor resistencia consiste en fijar el arco flotante a la base móvil, aunque este tipo de estructura no permitiría fijar el plástico flexible a la estructura para que abra y cierre de forma automática, sino que actuaría sólo como soporte para colocar manualmente la cobertura.

Invernadero en micro túnel

Es un diseño que contempla algo más de trabajo en la estructura de arcos, pero que no está limitada a contar con otras infraestructuras como soporte.

Para los arcos se utilizan caños de PVC flexibles y codos de 3 puertos para unir las esquinas, ya que se utiliza un caño recto a lo largo del contorno de la de la huerta. Con esto queda una estructura bastante firme pero, si se tratara de huertos muy largos, podría utilizarse un tercer caño pegado con cemento de contacto a la parte superior de los arcos.

Esta estructura ocupa bastante espacio, por lo que es importante considerar cómo guardarlo durante el verano cuando se trata de cultivos en ubicaciones de clima templado.

Las estructuras en forma de túnel también pueden ser permanentes, con los arcos construidos en metal y sujetos con estacas o cemento en el suelo, brindando la posibilidad de sólo incorporar el plástico de cobertura cuando sea necesario.

Este tipo de micro túnel es muy utilizado en diferentes emprendimientos productivos, ya que representa una inversión menor que la de la construcción y mantenimiento de invernaderos a escala productiva. Sin embargo, consiste en un sistema que conlleva más labores para garantizar la temperatura adecuada mediante una buena ventilación.

Mini y micro invernaderos a una y dos aguas reutilizando materiales

¿Has cambiado las ventanas? ¿Tienes cajas de CDs y DVDs que ya no utilizas? Son muchos los materiales que pueden tener una segunda vida en el invernadero casero.

Con ventanas viejas puedes crear un invernadero fijo, ya sea a dos aguas, montándolas en forma de triángulo con una pequeña pero resistente estructura lateral, o con caída sólo a un lado, utilizando como soporte vertical una pared de cualquier otra estructura fija.

Con cajas de CDs y DVDs lleva algo más de trabajo y cemento de contacto, pero puedes crear una estructura bastante firme para montar a una mesa de cultivo en espacios pequeños como balcones y terrazas, aunque sin duda también necesitas  plástico flexible para la abertura que garantiza la ventilación lateral o vertical.

Estas son solo algunas de las ideas creativas que puedes utilizar para montar tu propio invernadero casero en el espacio del que dispones, y con los materiales más apropiados a tu ubicación y presupuesto.

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Bibliografía

• “Manual para la construcción de invernáculos”, Ing. Agr. Ariel D. Hernández Barreto. Centro Cooperativista del Uruguay y FAO. 2017
• “El invernadero hortícola, Estructura y manejo de cultivos”, Nora Fransescangeli y Mariel Mitidieri. Estación Experimental Agropecuaria San Pedro, Instituto Nacional de Tecnología Agorpecuaria (Argentina). 2006
• “How to Build a Fold-Down Greenhouse”, Bonnie plants
• “Manual para la construcción de microtúneles”, Eduardo Miserendino. Agencia de Extensión Rural Bariloche, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Argentina). 2011