Los 8 mejores exfoliantes caseros para tu piel

¿Sabías que la piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo? Y muchas veces, por falta de tiempo o por desconocimiento, no la prestamos los cuidados que necesita.

Por eso en este post, te vamos a dar algunas ideas para que prepares en casa exfoliantes faciales que te ayuden a tener una piel más cuidada de manera sencilla y económica. Además te damos algunos datos importantes sobre la piel, porqué exfoliar, cómo hacerlo paso a paso y qué exfoliante elegir según tu tipo de piel.

¡Ah! Y al final del artículo te invito a ver un vídeo en el que tienes un resumen con los datos más importantes de este post, ¡no te lo pierdas!.

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¿Qué es la piel?

Como indicaba antes, es el órgano más extenso de nuestro organismo, puede llegar a pesar el 20% de nuestro peso corporal y forma parte del sistema tegumentario (del que también forman parte las uñas, el cabello, las glándulas y el tejido subcutáneo).

La dermatología es la rama de la medicina que está especializada en el estudio de la piel humana y el tratamiento de sus dolencias.

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¿Cuáles son las funciones de la piel?

Tiene funciones tan importantes como la de ejercer de barrera protectora frente al exterior.

Otra de las principales funciones de la piel es la de sintetizar la vitamina D. Esta vitamina es la que favorece la absorción del calcio y fósforo, minerales imprescindibles para la formación de hueso, pero también participan en numerosas reacciones que se producen en nuestro organismo y que son imprescindibles para que estemos sanos.

La piel también ayuda a regular la temperatura corporal y es donde se encuentran numerosas terminaciones nerviosas (sentido del tacto).

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Capas de la piel

La piel está estructurada principalmente en 3 capas:

• Epidermis: es la capa exterior. En esta capa se encuentran las terminaciones nerviosas. Sus células producen queratina para dar a esta primera capa permabilidad, flexibilidad y resistencia. Es donde se acumulan las células muertas.
• Dermis: donde se encuentran las glándulas sudoríparas, los folículos capilares, los vasos sanguíneos y linfáticos y los receptores nerviosos
• Hipodermis: es la capa más profunda e incluye el tejido adiposo (grasa) y vasos sanguíneos.

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¿Por qué debes exfoliar tu piel?

– Porque así eliminamos las células muertas, las impurezas y limpiamos de una manera profunda los poros de la piel. Así la piel se ve luminosa, se regenera y la vemos y la notamos con mejor aspecto.

– Y algo muy importante: cuando aplicamos cremas y sérums para hidratar y nutrir la piel, éstas se absorben mejor, por lo tanto, son más efectivas.

– Al ser más efectivos los cosméticos que usamos en la piel, estamos retrasando la aparición de signos de envejecimiento, como las arrugas y las manchas, porque nuestra piel está cuidada gracias a la ayuda de los exfoliantes.

– Se unifica la piel, los poros se reducen y la piel se muestra más joven y luminosa.

– También hay que dejar claro que no debemos exfoliar a diario y es importante evitar que la exfoliación sea muy agresiva. Es fundamental no dañar la piel y ser delicados a la hora de aplicar el exfoliante (más abajo verás exactamente cómo).

No es recomendable usar exfoliantes corporales en el rostro porque tienen partículas demasiado grandes que pueden irritar la piel.

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Cuándo exfoliar

Teniendo en cuenta que laves la cara y cuello con un jabón facial, con leche limpiadora o un gel entre una y dos veces al día, se puede decir que es importante exfoliar entre 1 y 2 veces por semana si tienes un cutis mixto o graso y una vez por semana o cada 10 días si tienes piel sensible, madura o seca. Pero… ¿Hay algún momento durante el día que sea mejor para aplicar el exfoliante facial?

Sí, el mejor momento para hacerlo es cuando te das una ducha, ya sea por la mañana o por la noche. El vapor de agua favorecerá la apertura de los poros y que penetren los principios activos de los ingredientes que usamos y además así puedes retirar a la perfección el exfoliante una vez que lo has dejado reposar un par de minutos.

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Cómo se usa el exfoliante facial paso a paso

A la hora de aplicar el exfoliante, sigue estas sentillas pautas:

Prepara todo antes de empezar para tener lo necesario a mano (más abajo lo verás en cada receta concreta).

Si tienes maquillaje, retíralo con la leche limpiadora, el gel limpiador o el jabón para el rostro que uses. Cuando aclares la cara con agua tibia, no la seques demasiado, si dejas la piel húmeda verás que es mucho más sencillo aplicar y extender el exfoliante.

Toma pequeñas porciones del exfoliante que hayas elegido y aplícado con las yemas de los dedos de las dos manos empezando por el cuello y subiendo hacia la frente realizando movimientos circulares ascendentes. La presión de los dedos sobre la piel debe ser delicada, no aprietes en exceso contra la piel.

Las zonas a cubrir con el exfoliante son: cuello, barbilla, pómulos, nariz y frente. Evitaremos el espacio que hay alrededor de la boca y de los ojos por tratarse de una piel muy fina y delicada. .

Con realizar este suave masaje durante uno o dos minutos es más que suficiente.

Deja reposar un par de minutos y después lo retiras con agua tibia y un jabón neutro.

Seca la piel dando golpecitos.

Ya tienes tu piel limpia y en las mejores condiciones para aplicar los siguientes cuidados.

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Qué debes hacer después de exfoliar la piel

Ahora tienes la piel en inmejorables condiciones para aplicar el tónico facial y posteriormente una buena crema hidratante o, por ejemplo, uno de estos aceites (te dejo los enlaces con sus propiedades y usos):

• Aceite de Argán
• Aceite de Coco
• Manteca de Karité (en la imagen de abajo)
• Aceite de Aguacate
• Aceite de Oliva
• Aceite de Almendras
• Aceite de Caléndula
• Aceite de Rosa de Mosqueta

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Los 8 mejores exfoliantes caseros

Estas son las combinaciones que te propongo para conseguir una piel sana y radiante:

1.- Pulpa de Aloe Vera (Sábila) + Cacao en polvo

Necesitas: 1 cucharita de cacao en polvo y una cucharada de pulpa de aloe vera.

Se mezclan los dos ingredientes y se aplica como se indica arriba.

Es un regalo para la piel: aporta suavidad, antioxidantes, repara, regenera y limpia en profundidad los poros del cutis.

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2.- Aceite de Almendras + Semillas de Amapola

Necesitas: 1 cucharita rasa de semillas de amapola y 1 cucharada de aceite de almendras.

Se mezclan y se aplican sobre la piel. Deja reposar un par de minutos y retira con abundante agua.

El aceite de almendras es muy beneficioso para la piel, no solo porque aporta nutrición e hidratación, también porque la deja suave y muy cuidada.

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3.- Azúcar + Miel

Necesitas: 1 cucharadita rasa de azúcar y 1 cucharada de miel.

Combina bien ambos ingredientes y extiende sobre la piel. Éste es uno de los exfoliantes clásicos.

Mientras exfolias, la miel nutre y suaviza la piel, la deja maravillosa.

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4.- Café + Aceite Coco

Necesitas: 1 cucharadita rasa de café molido y 1 cucharada de aceite de coco.

Incorpora los dos ingredientes y aplica suavemente sobre la piel.

Este exfoliante es maravilloso, además de tener un aroma muy estimulante, deja la piel muy cuidada gracias a las propiedades del aceite de coco.

Puedes sustituir el aceite de coco por cualquier otro aceite que he mencionado antes, en el apartado de qué hacer después de exfoliar.

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5.- Avena Molida + Aceite de Aguacate

Necesitas: 1 cucharada rasa de avena molida y 1 cucharada de aceite de oliva.

Mezcla e masajea la piel con suavidad durante unos minutos.

Este exfoliante es muy suave pero efectivo. Ideal para pieles sensibles y maduras. Puedes usar otros aceites, como el aceite de rosa de mosqueta y karité también.

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6.- Canela + Aceite de Argán

Necesitas: una cucaradita rasa de canela y una de aceite de argán.

Integra los dos ingredientes en un bol y extiende por el cutis.

La canela puede producir sensación de calor en la piel, por eso debes masajear menos tiempo y más suave que con el resto de exfoliantes. Además, la canela aclara un poco la piel y la deja especialmente luminosa, igual que el bicarbonato.

En lugar del aceite de argán también puedes usar otro aceite de los mencionados y también miel.

Y en lugar de la canela, si tienes el cutis maduro, seco o sensible puedes usar Cacao en polvo, rico en antixoidantes.

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7.- Bicarbonato + Manteca de Karité

Necesitas: 1 cucharadita rasa de bicarbonato por una de manteca de karité.

Mezcla los dos ingredientes y aplica masajeando suavemente por cuello y rostro. Deja actuar un par de minutos y retira.

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8.- Arcilla + Té Verde

Necesitas: 1 cucharadita rasa de arcilla y 50 ml de té verde. Cuanto más concentrado esté el té verde, mejor. Para ello, puedes poner a calentar agua, cuando esté caliente añades una cucharadita o una bolsita de té verde y dejas reposar toda la noche (o unas 8 horas antes de hacer el exfoliante).

Mezcla el té verde con la arcilla, procura que no te queden grumos y aplica masajeando el cutis.

En lugar del té verde también puedes usar leche o una bebida vegetal.

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¿Cuál es el mejor exfoliante para mi tipo de piel?

Si tienes la piel sensible, evita usar bicarbonato, café, canela, arcilla y azúcar. La fórmula del aloe vera con el cacao es ideal. Elige aceite de rosa de mosqueta, de caléndula, de almendras y karité. Para las pieles sensibles, exfoliar una vez por semana es suficiente.

Para piel seca, no uses bicarbonato, azúcar ni arcilla. Opta especialmente por los aceites de aguacate, el de oliva y karité. No necesitarás exfoliar más de una vez por semana.

En el caso de cutis mixtos, cuando uses el azúcar, la arcilla,  el café y el bicarbonato exfolia con más delicadeza en las zonas secas. En cuanto a los aceites, cualquiera de ellos te puede ir bien, especialmente el de coco. La fórmula del aloe con el cacao te viene bien. Puedes exfoliar un par de veces por semana dejando 3 días entre una y otra.

Si en tu caso tienes piel grasa, puedes usar todos los ingredientes secos (café, avena, canela, bicarbonato…) y procura evitar o usar con menor frecuencia los aceites de aguacate y oliva. Exfolia dos veces por semana dejando como mínimo dos día entre una y otra.

Para las pieles maduras, seguir las mismas indicaciones que pieles sensibles.