¿Sabes cómo puedes usar las plantas medicinales y cuáles son sus principales componentes?

El uso de plantas medicinales con fines curativos se lleva realizando desde tiempo inmemorial, siendo los remedios naturales el único recurso de que se disponía para la prevención y el tratamiento de enfermedades.

Anteriormente, en el artículo Plantas Medicinales Indicadas Según Dolencias, te descubrimos qué hierbas son beneficiosas en multitud de casos, como por ejemplo en hipertensión, ansiedad, problemas gastrointestinales, obesidad o migraña. Y todo en función de la evidencia científica de la que disponemos actualmente.

En este post te contamos qué es la fitoterapia, algunos conceptos básicos que debes conocer, cuáles son los principales componentes de las plantas, 7 maneras diferentes en las que puedes usarlas y contraindicaciones y precauciones a la hora de usar plantas medicinales.

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¿Qué es la Fitoterapia?

El uso de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica se conoce como Fitoterapia y, después de mucho tiempo de profundizar en el conocimiento de las especies vegetales y sus propiedades medicinales así como en la experiencia de su empleo, continúa sin perder vigencia. Y más hoy en día que tenemos constancia de que muchas de esas propiedades han sido corroboradas por su estudio científico.

En las plantas, los principios activos se encuentran biológicamente equilibrados por la presencia de sustancias complementarias y, a pesar de las continuas investigaciones y estudios científicos, aún se desconoce la actividad de muchos de los compuestos de las hierbas.

En ese mismo sentido, ganan mucha importancia las transformaciones biológicas que se producen según la forma de recolección  y de conservación de las plantas. Al separar la parte aérea de la raíz se produce una interrupción drástica en las reacciones de síntesis orgánica, de flujo alimenticio y transpiración, dando lugar al inicio de una descomposición de las enzimas.

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Definiciones básicas en la fitoterapia

• Planta Medicinal: vegetal que contiene en uno o más de sus órganos sustancias biológicamente activas que pueden utilizarse con fines terapéuticos o preventivos, o bien como precursores de otras sustancias biológicamente activas a través de procesos de síntesis químico-farmacéutica.
• Droga Vegetal: parte de la planta (raíz, tallo, corteza, hojas, etc.) o aquellas secreciones o excreciones particularmente ricas en determinadas sustancias biológicamente activas y que no han sufrido ningún tipo de transformación, excepto recolección y secado u otros procesos físicos o mecánicos.
• Principio Activo: toda materia, cualquiera que sea su origen, a la que se atribuye una actividad apropiada para constituir un medicamento.
• Medicamentos Fitoterapéuticos: son medicamentos cuyos principios activos son exclusivamente de origen vegetal o preparados de drogas vegetales.

La producción de drogas vegetales depende de factores estudiados por la farmacognosia, que abarcan la obtención, recolección, conservación y almacenamiento de las partes vegetales para su identificación y control de calidad.

Mientras que los productos de síntesis química basan su efectividad sobre una molécula aislada, los productos fitoterápicos basan su efectividad en el fitocomplejo o conjunto de principios activos y demás componentes naturales contenidos en la droga vegetal.

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Componentes activos de las plantas medicinales

La acción terapéutica de las plantas medicinales deriva de diversos componentes que se encuentran en las drogas vegetales o partes de la planta. Algunos de los componentes más valorados en las plantas medicinales son:

• Saponinas: las hay de dos tipos, las triterpénicas y las esteroides, las primeras actúan a nivel expectorante y ayudan a absorber nutrientes, mientras que las segundas ejercen una fuerte acción hormonal.
• Alcaloides: algunos son de alta toxicidad, como la atropina y la adrenalina; otros actúan principalmente sobre órganos y sistemas ricos en lipoides como el sistema nervioso.
• Flavonoides: útiles para mantener el riego sanguíneo y como antiinflamatorio, se encuentran en muchas plantas.
• Taninos: en casi todas las plantas, especialmente las cortezas, actúan en el organismo contrayendo tejidos y aumentando su resistencia a las infecciones.
• Fenoles: ofrecen acción antiséptica y reducen la inflamación, aunque pueden tener efecto irritante.
• Vitaminas: presentes en mayor o menor concentración.
• Minerales: algunas plantas los tienen en una gran concentración.

Ten muy presente que cuando compras plantas medicinales éstas contienen también restos de pesticidas que se han empleado durante su cultivo y almacenamiento. Para evitar este peligro, procura siempre elegir Plantas Medicinales Ecológicas, por tu seguridad.

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La concentración y el tipo de componentes varían según la especie, el suelo y el clima, pero también dependiendo del momento de la recolección, por lo que, en general, se utilizan los siguientes criterios:

• Las hojas y tallos se recolectan durante la floración.
• Las flores, antes de abrirse por completo.
• Los frutos carnosos, al inicio de la madurez.
• Los frutos secos, completamente maduros.
• Las semillas, se recogen maduras.
• Las cortezas, durante la temporada húmeda.
• Las raíces o rizomas, cuando la planta se encuentra en reposo vegetativo.
• Las gomas, resinas o látex, durante la temporada seca.

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Los procedimientos más importantes para conservar las drogas vegetales son dos:

• Desecación o deshidratación: inhibición de la actividad enzimática de forma reversible, reduciendo la humedad a valores inferiores al 10% a través de el secado natural (al aire libre o por aire caliente) o artificial (al vacío o por rayos infrarrojo).
• Estabilización: inhibición de la actividad enzimática de forma irreversible por desnaturalización de sistemas enzimáticos, en alcoholes a ebullición, con calor húmedo o con calor seco.

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7 maneras de usar las plantas medicinales

Las diferentes preparaciones a las que se someten las drogas vegetales facilitan la dosificación y administración, aunque su dosificación varía según diversos factores.

Además de los extractos y aceites esenciales, así como presentaciones en cápsulas o ampollas, las principales formas de preparación según la droga vegetal utilizada son:

Infusiones

Utilizando flores u hojas en agua a punto de ebullición (pero sin hervir), se tapan y se dejan macerar por 3 a 5 minutos. Por este procedimiento se extrae una suficiente cantidad de sustancias activas con muy poca alteración de la estructura química, al minimizar el efecto destructivo del calor.

Decocciones

Empleando raíces, cortezas y frutos en agua fría y se pone a hervir durante 7 u 8 minutos. La ebullición mantenida permite liberar los principios activos de estas partes duras, pero al mismo tiempo puede también degradarlos.

Maceración

Se utilizan diversas partes de la planta dejándolas horas en agua, aceite o vinagre. Para las partes blandas (flores y hojas) el tiempo de maceración es de 12 horas, para las partes duras (cortezas y raíces) es de alrededor de 24 horas.

Se trata del mejor proceso para aquellas drogas vegetales cuyos principios activos son termolábiles.

Zumos

Prensando o triturando los frutos. Los principios activos prácticamente no se degradan, especialmente las vitaminas.

Polvos

Utilizando las partes duras como raíces, cortezas y semillas, para ser molidos y así se permite aprovechar al máximo los principios activos.

Extractos secos

Se obtienen por maceración en un disolvente y posterior concentración por evaporación total del disolvente. Son productos muy concentrados.

Tintura

Se utiliza una parte seca de la planta en 5 de alcohol al 20%, macerando por 2 a 3 días. Para la tintura madre se utiliza una parte de la planta fresca en 10 de alcohol al 10%. Estas se consumen muy diluidas (15 a 25 gotas en agua) y están contraindicadas para personas que no pueden consumir alcohol.

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Precauciones y contraindicaciones con las plantas medicinales

Si bien es cierto que las plantas medicinales tienen un margen terapéutico amplio, no significa que estén exentas de efectos adversos, interacciones y contraindicaciones:

• Durante el embarazo y la lactancia la gran mayoría de las plantas medicinales están contraindicadas. Incluso un sencillo menta poleo.
• No está recomendada la ingesta de plantas medicinales en menores de 12 años.
• Las plantas con acción sobre el sistema nervioso central no deben ingerirse junto con bebidas alcohólicas.
• Las plantas ricas en mucílagos deben administrarse con una cantidad suficiente de agua.
• Los preparados con hipérico pueden modificar los niveles de concentración plasmática de fármacos que utilicen la vía metabólica y, por consiguiente, producir variaciones en los efectos terapéuticos cuando se administran simultáneamente.
• Las plantas ricas en fibra pueden disminuir la absorción de fármacos.
• En general, si se está bajo tratamiento farmacológico se debe consultar antes con el médico y/o farmacéutico sobre posibles interacciones entre plantas y fármacos.

Desde ECOagricultor recomendamos que siempre se tomen las plantas medicinales bajo la supervisión de un profesional que pueda hacer un seguimiento y pautar un tratamiento según las necesidades de cada persona.

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Bibliografía consultada

“Farmacognocia (Pharmakon + gnosis)”, Portal docente. Universidad de Alcalá.

“Producción de Drogas Vegetales”, Universidad Central de Venezuela. 2014

“Fitoterapia y sus aplicaciones”, José Ramón Echegaray Rodríguez, Paula Echegaray Gonález, Abian Mosquera Fernandez, Jon Gerrikaetxebarria Peña. Centro Podológico Gallego.

“Formas de administración más habituales de plantas medicinales”, Ma. Tránsito López Luengo.

“Campaña de uso racional de medicamentos con plantas medicinales”, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.