El papel de los productores ecológicos
Este post está escrito por África Teruel, una mujer muy concienciada con el consumo responsable que también escribió el post Comer ecológico no es más caro y que te recomendamos leer.
Se considera productor aquel que cultiva frutas y verduras o que cría animales para su posterior venta. Obviamente aquí solo nos ocuparemos de los que lo hacen en ecológico.
Hay que distinguir entre productores ecológicos: el mayoritario que cultiva a gran escala y el minoritario que lo hace localmente.
Casi la mitad está en Andalucía, luego en Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura y cultiva principalmente cereales, olivar, frutos secos, viñedo y solo el 3% de hortalizas, patatas y legumbres.
La mayoría de los productos se exportan, sobre todo: vinos, frutas, verduras y aceite de oliva.
Si tenemos en cuenta que el gasto medio por persona al año en productos ecológicos es de unos 42€, queda claro que a pesar de ser España el primer productor ecológico europeo y el quinto a nivel mundial no cultiva para casa sino para exportar.
Eso hace que más o menos la mitad de lo que consumimos sea importado y esa cifra no para de subir lo que termina encareciendo el producto. Nos llegan cereales y soja, frutas y verduras de temporada, tropicales y exóticas, alimentos infantiles, productos dietéticos, lácteos y derivados, café, té, infusiones, derivados del cacao así como piensos y materias primas para explotaciones o industrias ecológicas desde parte de la Unión Europea, Estados Unidos, Sudamérica e India.
Así que la imagen que se nos vende desde el sector mayoritario de proximidad y sostenibilidad es bastante engañosa pues ni exportar, ni importar cumplen con esas máximas. Es una industria más y se comporta como tal. Lo único que cambia es el producto que vende o compra ya que sus precios se rigen por las mismas pautas que las de la agroindustria.
¿Qué cambia entonces?
El productor tiene dos opciones: seguir la línea de la exportación a mansalva para ser competitivo o elegir un crecimiento moderado dedicándose al comercio de proximidad.
Ya hemos hablado de la primera opción, pasemos a la segunda.
Objetivamente es la más difícil y si quienes la eligen quieren sobrevivir tendrán que cambiar de mentalidad.
Tod@s nos quedamos con que Darwin basó su teoría de la evolución sobre la competitividad pues es ¡mentira! Los organismos que sobreviven son los que colaboran y se transforman.
Eso es lo que tiene que aprender y éstas son algunas claves:
- dejar de pensar que está solo y que es el único que sabe
- dejar de culpar al consumidor que elige lo más barato
- comunicarse con otros productores como él
- crear y fomentar un mercado de proximidad
- organizar un calendario de siembra común por provincias para que el consumidor siempre esté abastecido
- compartir gastos de almacenaje, distribución, etc... para poder bajar los precios
- intentar, poco a poco, hacerse con toda la cadena de distribución integrando a otros socios
- volver al espíritu de gremio
Si no cambia, no tendrá futuro y será absorbido rápidamente pues no puede competir ni con los productores a gran escala, ni con las grandes superficies.
De él depende...
En el próximo artículo hablaremos del etiquetado ECO
Fuentes:
- https://www.diariosur.es/economia/agroalimentacion/radiografia-agricultura-ecologica-20180913000418-ntvo.html
- https://www.organic-world.net/yearbook/yearbook-2019.html
- https://www.bioecoactual.com/2019/02/18/laproduccion-ecologica-mundial-maximo-historico/
- https://www.ecological.bio/es/los-retos-del-sector-exterior-ecologico-espanol-2/
- https://www.eldiario.es/economia/transvase-agricultura-ecologica-Espana-hectareas_0_905009666.html
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