Cómo germinar y sembrar una semilla de mango

Si alguna vez te ha tentado cultivar un árbol de mango a partir de la semilla que hay dentro del hueso, en este artículo te contamos todos los detalles para que lo hagas correctamente y puedas disfrutar de tus propios mangos ecológicos cultivados por ti.

Esta fruta tropical, además de tener una pulpa naranja con un sabor dulce delicioso, contiene unas cualidades nutricionales muy interesantes, en este artículo (del que te dejo el link) te hablo sobre las propiedades del mango y al final de este post te invito a ver un vídeo en el que te resumo las bondades del mango.

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Además te recomendamos qué semillas ecológicas usar, las mejores jardineras, cajas y mesas de cultivo para tu huerto urbano y libros imprescindibles para dominar todo sobre la horticultura ecológica.

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¿Qué es el mango?

El mango es el fruto del árbol Mangifera indica L. cuyo origen se sitúa en Asia, en particular se cree que es originario de la India. Fueron los españoles quienes lo introdugeron en América y en la actualidad México, Brasil y Cuba se encuentran entre los principales productores de esta fruta tropical.

Este fruto tiene una forma ovalada y su piel o cáscara puede ser desde color verde pasando por el violeta hasta el rojo y amarillo. La pulpa es anaranjada, dulce, muy carnosa y jugosa. La semilla del mango es también ovalada y está cubierta por un endocarpo (es una especie de cápsula que separa el fruto de la semilla y la protege) de tipo leñoso.

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El árbol del mango pertenece a la familia botánica Anacardiaceae, igual que el marañón o anacardo y los pistachos.

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Obtener la semilla de mango

Ten en cuenta que la viabilidad de las semillas de los mangos es corta, una vez que se cosechan los frutos, la semilla se ha de sembrar lo antes posible porque a medida que pasa el tiempo disminuye bastante la probabilidad de que germine.

Obtén tu semilla de mango de una fruta madura y cultivada sin agrotóxicos, un mango orgánico o ecológico. Limpia bien el hueso de restos de pulpa y déjalo secar un par de días tras los cuales se saca la semillita de dentro, con mucho cuidado, con la ayuda de una navaja, un cuchillo o unas tijeras de podar. Si usas las tijeras solo tienes que cortar los bordes con cuidado y si lo haces con el cuchillo o la navaja la introduces en la junta, en la unión de las dos mitades de la cápsula o vaina.

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En un periodo máximo de 3 semanas, ya habrás visto tu semilla de mango germinar.

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Cómo cultivar un mango

Siembra

Una vez que hemos sacado la semilla del hueso de mango y retirado la fina piel marrón que recubre algunas partes, podemos hacer dos cosas:

• Ponerla en un recipiente con agua durante un tiempo de dos a cuatro días para favorecer la germinación. Cuando veas que aparece el primer brote, la sacas de agua, la envuelves en papel de cocina mojado y la dejas así (en un ambiente húmedo) mientras que el brote va creciendo y la semilla va tomando un color ligeramente verde. Ese es el momento en el que pasamos la semilla de mango al sustrato. Pero no lo hacemos de cualquier manera, más abajo te explico cómo has de hacerlo correctamente.

 

• Sembrarla directamente en la tierra o en una maceta. Pero no de cualquier manera. Verás que la semilla tiene una forma parecida a una haba, judía o poroto. Es importante que coloques la semilla en horizontal, ubicada en forma de C hacia abajo, es decir, la parte cóncava va enterrada en el suelo y la parte convexa hacia arriba. Entierra la semilla casi totalmente, deja que asome un poco el lomo y no presiones demasiado la tierra. La maceta o recipiente que uses debe tener unos 4 litros de capacidad. Es importante que riegues el sustrato la noche anterior a la siembra. Y cuando hemos sembrado la semilla de mango volvemos a regar con cuidado.

La semilla del mango puede tardar (si tiene las condiciones idóneas) entre 15 y 20 días en germinar.

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Sustrato

Siempre debe tener cierto punto de humedad. Durante el primer año de vida del árbol puedes tenerlo perfectamente en una maceta. Posteriormente lo puedes pasar directamente al suelo y ten en cuenta que necesitará un sustrato con buen drenaje, profundo, ligero, poroso y con un pH entre 5.5 y 5.7. Es importantísimo que el suelo drene bien el agua.

No se debe abusar de fertilizantes porque un exceso puede afectar negativamente a la floración y a la maduración de los frutos.

Si colocas una capa de mulch o acolchado sobre el sustrato estarás regulando la aparición de hierbas espontáneas y mejoraremos la calidad de la tierra y la retención del agua y la humedad y se reduce la diferencia entre las temperaturas mínima y máxima.

[Lee_ Cómo Solucionar la Carencia de Nutrientes en las Plantas]

Durante la floración se puede realizar un aporte extra de nitrógeno. El humus de lombriz, el compost y el té de compost son excelentes opciones para aumentar la fertilidad de la tierra.

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Luz

Es recomendable no exponer al árbol del mango a pleno sol hasta que no tenga el año. También se le debe proteger de vientos.

Ubica tu árbol en un lugar con semisombra y, una vez transcurrido el primer año puedes dejarlo a pleno sol.

No obstante, es importante observar los posibles efectos de la carencia o exceso de luz.

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Temperatura y clima

El árbol del mango puede tener cierta resistencia al frío aguantando temperaturas mínimas de 5 ºC y máximas de 35. Incluso un árbol ya con cierta madurez y en buenas condiciones puede aguantar perfectamente temperaturas de 0ºC puntualmente.

Para el cultivo del mango, los climas que intercalan estaciones húmedas y secas son ideales: durante la estación húmeda es cuando sucede el crecimiento vegetatitvo y durante la estación seca es cuando se da la floración y la formación del fruto.

Las zonas cálidas y húmedas que combinan estaciones con climas secos y húmedos son las más propicias para este cultivo, con inviernos relativamente templados pero lluviosos y veranos que no sean excesivamente calurosos.

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Riego

Durante las dos o tres primeras semanas de vida del árbol es cuando más agua debemos aportar. Y después se reduce esta cantidad.

Procura que los riegos sean periódicos. En zonas con climas o temporadas secas y de poca humedad se deberá aumentar los riegos, mientras que en climas con épocas húmedas deberemos reducirlos. En cualquier caso, y aunque el mango es un árbol que gusta de climas húmedos, puede tolerar bien el estrés hídrico y deben regularse bien los riegos porque el exceso de humedad puede ser negativo para el correcto desarrollo de los frutos, entre otras cosas, por la aparición de enfermedades producidas por hongos.

Durante el proceso de floración y de fructificación debe regarse menos e incluso puede beneficiar parar los riegos durante la maduración del fruto.

[Lee más sobre Riego]

Las maneras más comunes de aportar el agua al sustrato es a través del riego por inundación y por medio del riego por goteo. Evidentemente, la forma más sostenible de manejo del agua es el riego por goteo.

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Plagas y enfermedades

Puede darse plaga de cochinilla, polilla, el pulgón y la mosca de la fruta y enfermedades como la antracnosis (un hongo que produce manchas oscuras en las flores, hojas y frutos), el oidio (un hongo que produce un polvo blanquecino que recubre las flores y las hojas) y macha negra (otro hongo que produce manchas negras y redondas en el envés de la hoja).

Lee más información útil sobre las Plagas y Enfermedades y su Control Ecológico.

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Cosecha

Ahora tenemos que echar mano de la paciencia. Nuestro árbol de mango puede tardar unos años en darnos unos deliciosos y carnosos mangos. En concreto, si es injertado puede tardar unos 3 años, mientras que si no lo injertamos puede tardar entre 5 y 10 años en dar fruto.

Mientras tanto, te seguiremos ofreciendo unos sabrosos mangos ecológicos, para que no te quedes con las ganas de comer esta fruta exótica.

Y también puedes sembrar en tu huerto otras semillas de plantas hortícolas y aromáticas para crear mayor diversidad.