Contaminación de ríos por plaguicidas: una situación preocupante en España

España es el país europeo que más plaguicidas utiliza. Este uso masivo se traduce en una creciente presencia de residuos de estas sustancias en la naturaleza, y también en nuestro plato.

El vertido, directo o indirecto, de plaguicidas y otros fitosanitarios a nuestros ríos entraña una seria amenaza tanto para la fauna y la flora acuáticas como para las personas. En este artículo hablamos de ello y os mostramos algunos datos que revelan la situación en la que nos encontramos.

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La contaminación de aguas por plaguicidas

La contaminación del agua, o contaminación hídrica, es una alteración de la misma, normalmente producida por la acción humana, de modo que se vuelve inapropiada o incluso peligrosa para la agricultura, la industria, las actividades recreativas y el consumo humano o animal. Las causas de la contaminación del agua suelen ser dos:

• Una causa directa, debida al uso de pesticidas destinados a la higiene pública.
• Una causa indirecta, por la movilización y deposición de contaminantes presentes en el aire y el suelo —por ejemplo, el arrastre de pesticidas por las aguas de lluvia—.

La contaminación de aguas puede implicar niveles de riesgo muy elevados, a menudo evidenciados en ríos y lagos, por sus consecuencias y el peligro que representa el empleo del agua en tales condiciones de contaminación para los seres vivos. Pasemos a verlo con un poco más de detalle.

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Consecuencias en los ríos: plaguicidas y toxicidad crónica

Los plaguicidas son uno de las principales contaminantes del agua. Los efectos de estas sustancias en la vida acuática de los ríos son muy diversos y están en muchas ocasiones interrelacionados; variarán según el tipo de plaguicida y el organismo en cuestión. Estos suelen ser crónicos, no letales, por lo que a menudo pasan desapercibidos, y sin embargo las consecuencias en la cadena trófica pueden ser realmente graves.

Las siguientes son las principales consecuencias de los plaguicidas y otros fitosanitarios en los organismos vivos de ríos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):

• Muerte del organismo.
• Lesiones, cánceres y tumores.
• Fracaso reproductivo.
• Supresión del sistema inmunitario.
• Perturbaciones hormonales.
• Daños celulares.
• Daños en el ADN.
• Deformidades físicas (efectos teratogénicos).
• Efectos intergeneracionales (manifestados en generaciones futuras).
• Otros efectos fisiológicos, como bajo coeficiente entre células rojas y blancas, exceso de mucílago en las escamas y agallas en los peces, reducción del grosor de la cascara de los huevos, etc.

Respecto a las consecuencias para las personas, la FAO explica en el mismo informe que «los efectos producidos en los organismos y en el medio ambiente constituyen una advertencia de las posibles repercusiones en la salud humana». Tanto el consumo directo de agua contaminada como el consumo de pescado y mariscos contaminados pueden provocar:

• Cáncer.
• Afecciones a la reproducción.
• Los pesticidas sospechosos de ser disruptores endocrinos (sustancias que interfieren con el sistema hormonal) pueden además ocasionar enfermedades del sistema inmune y el sistema neurológico.

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Contaminación de ríos por plaguicidas en España

Una reciente investigación llevada a cabo por las organizaciones Ecologistas en Acción y Pesticide Action Network Europe, Ríos hormonados (pdf. 1,86 MB), basada en datos oficiales de los Progra­mas de Vigilancia de la Calidad de las Aguas de 10 Confederaciones Hidrográficas, revela algunas cuestiones preocupantes respecto a la contaminación por fitosanitarios de los ríos españoles.

• Todas las cuencas sin excepción contienen pesticidas potencialmente tóxicos. Si bien las cuencas hidrográficas más contaminadas son aquellas en las que desarrolla una agricultura más intensiva, estas son: Júcar, Ebro, País Vasco, Tajo, Miño-Sil, Duero, Segura, Guadiana, Galicia Costa y Cantábrico. 

• Fueron detectados 47 plaguicidas distintos.

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[Leyenda gráfico] Número de plaguicidas detectados en cada cuenca hidrográfica

 

• De los 47 plaguicidas encontrados, 26 son o se sospecha que son disruptores endocrinos.

Plaguicidas detectados con mayor frecuencia. Muchos de ellos, disruptores endocrinos

• El 70 % de los plaguicidas detectados están prohibidos desde hace años por su toxicidad —DDT, lindano, atrazina o endosulfán—.

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Tal y como mencionábamos al comienzo del artículo, España —con un consumo de aproximadamente 79 000 toneladas, según datos del año 2014— es el país europeo que más pesticidas emplea. «Es necesario transformar el sistema agrario actual a un sistema agroecológico. España debe prohibir el uso de los plaguicidas disruptores endocrinos y poner en marcha un plan para reducir el uso de plaguicidas un 50 % en los próximos años», concluyen en su documento ambas organizaciones.

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El agua es un bien común, universal, un líquido vital sin el cual no podríamos vivir. Su contaminación es uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad. Los pesticidas contaminan de manera crónica la vida acuática de los ríos, pudiendo también afectar a los seres humanos. Urge una transformación del insostenible sistema agrario vigente, basado en el uso masivo de plaguicidas y potenciales contaminantes del agua, en un sistema agroecológico.

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