La temperatura de la tierra, clave para la germinación de las semillas

¿Cuándo fue la última vez que mediste la temperatura de la tierra?

La temperatura que tiene la tierra o suelo de cultivo de nuestra huerta o jardín está regulada por las temperaturas que se registren durante los inviernos. Cuando se ha pasado un invierno duro y frío con un aumento de temperaturas que rondan los 0 ºC, la tierra va a requerir más tiempo para que la tierra vuelva a adquirir valores más altos y tenga el calor suficiente para germinar semillas. Por otro lado, si hemos tenido un invierno con pocas heladas y temperaturas más moderadas, la tierra conservará una temperatura más alta y será más fácil la germinación y la producción de plantas en general. Es por ésto que no sólo debemos tener en cuenta la temperatura del ambiente, sino también medir la temperatura del suelo.

Cuando vamos a sembrar semillas ecológicas en nuestro huerto es importante tener en cuenta que, tanto las temperaturas mínimas como las máximas que puede soportar la semilla, no van a ser sobrepasadas por las temperaturas de ese momento y la temperatura que se espera según las previsiones.

Se debe puntualizar que si las semillas tienen la temperatura ideal para germinar, lo harán mucho antes y evitaremos problemas derivados de la aparición de hongos en semilleros, algo muy común en hortelan@s que se están iniciando en la horticultura ecológica. Además evitaremos problemas en las nuevas plántulas provocadas por el frío, el calor y la humedad, que pueden llevar a producir su muerte por daños en la parte aérea y/o en las raíces.

Al hablar de tener en cuenta la temperatura antes de sembrar, también me refiero a la temperatura que tenga la tierra y no exclusivamente a la que hay en el aire. Es interesante experimentar cómo se desarrollan las plantas sembradas en suelos con temperaturas por debajo de los 10ºC y cómo lo hacen con temperaturas superiores a esta cifra. En cuanto a la germinación de semillas, éstas germinan mucho antes. Te pondré un ejemplo: sembrada la semilla del apio en un suelo a unos 7 ºC tardó más de 30 días en germinar. Cuando se sembró en un suelo a 12 ºC tan sólo necesitó 10 días en germinar.

Una forma sencilla y práctica de mantener una temperatura más o menos constante del suelo y evitar daños en los cultivos es poner el acolchado o mulching, de esta manera evitamos descensos o aumentos bruscos de temperatura, algo que puede provocar trastornos en el crecimiento de la planta que se traducen en la aparición de plagas, enfermedades, poca vitalidad, falta de flores, baja fructificación, frutos poco formados, etc.

Si quieres conocer más sobre las temperaturas ideales para la siembra, mira aquí

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