Plástico: Problemática, alternativas y medidas para reducirlo

«El plástico invade la Tierra», «El 90 % del plástico no se recicla», «La isla de plástico del océano Pacífico equivale a España, Francia y Alemania juntas»… son titulares que se publican a diario.

Y es que la contaminación producto del desecho acumulativo de plásticos es un problema global con graves consecuencias para el medioambiente y la salud.

Sepamos un poco más acerca de este material, de los inconvenientes derivados de su uso, las posibles alternativas y las actuaciones que se llevan a cabo para reducirlo.

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Plástico: concepto, usos y tipos

El término «plástico» deriva de «plasticidad», capacidad de ciertos materiales para deformarse sin llegar a romperse. El plástico es un material constituido por diferentes compuestos orgánicos sintéticos, que puede ser moldeado en objetos sólidos de diversas formas, es decir, es maleable, propiedad que le confiere múltiples usos o aplicaciones como:

• Sector industrial, textil y de consumo: envases, utensilios para alimentación y bolsas, fibras textiles, muebles, artículos deportivos, juguetes, etc.
• Edificación y construcción: impermeabilizantes y espumas aislantes, tuberías, etc.
• Movilidad y transporte: piezas de motores o carrocerías para vehículos.
• Dispositivos o aparatos electrónicos y aislantes eléctricos.

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Los principales tipos de plásticos utilizados en el comercio son:

• Polietileno (PE)
• Polipropileno (PP)
• Poliestireno (PS)
• Poliuretano (PU)
• Policloruro de vinilo (PVC)
• Tereftalato de polietileno (PET)

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¿Existe plástico biodegradable?

El plástico se sintetiza a partir de petroquímicos, derivados químicos del petróleo. Si bien también existen plásticos fabricados con materias primas orgánicas procedentes de fuentes renovables —yuca, plátano, celulosa, legumbres, fécula de patata o aceite de soja— que se descomponen en un corto período de tiempo, sirviendo como abono orgánico. Son los plásticos biodegradables o EDPs (Environmentally Degradable Polymers and Plastics), como:

• El ácido poliláctico, o poliácido láctico (PLA): obtenido a partir de almidón de maíz o yuca, o de caña de azúcar, el PLA tiene unas propiedades semejantes a las del PET pero a diferencia de este se degrada fácilmente en agua y óxido de carbono.
• Los plásticos producidos por bacterias: como los polihidroxialcanoatos (PHAs), procedentes de la acción de bacterias al fermentar lípidos o azúcares.

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Los plásticos derivados de químicos del petróleo son de fácil fabricación y sus costos de producción son mucho más bajos que los de los plásticos derivados de fuentes renovables. No obstante, el incremento del precio del petróleo unido al agotamiento de las reservas petroleras ha llevado a que en los últimos años se produzca un interés creciente en las investigaciones para la producción de «bioplásticos».

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Problemas medioambientales y de salud derivados del uso de plástico

Los productos plásticos presentan numerosas ventajas durante su vida útil: moldeables, bajo coste, impermeabilidad, buenos aislantes, resistentes a la corrosión, etc. Pero una vez se convierten en desechos suponen un problema medioambiental y de salud con peligrosas consecuencias, entre otras:

• Problemas derivados de su reutilización y reciclaje, tarea costosa y compleja en las grandes urbes.
• Deterioro paisajístico de áreas naturales y municipios.
• Obstrucción de alcantarillado y tuberías de aguas negras.
• Enfermedades como el dengue, producida por la acumulación de basura y el estancamiento de aguas negras.
• Acumulación en grandes cantidades de plásticos arrojados al mar en zonas de calmas ecuatoriales, originando gigantescos vertederos marinos. Un ejemplo de ello es la «isla de basura» —también llamada «sopa de plástico» o «continente de plástico»—, localizada en el giro oceánico del Pacífico Norte, el mayor vertedero de materiales plásticos del mundo con un tamaño que se calcula alcanza ya 1 400 000 km².
• Consumo accidental de partículas de plástico y sus toxinas por especies marinas, muchas de ellas alimento para los seres humanos.
• Propagación de especies invasoras, que se adhieren a la superficie del plástico, se desplazan grandes cantidades y colonizan nuevos ecosistemas.

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Campañas y medidas para reducir el plástico

Se estima que más de un tercio de los plásticos tanto en Estados Unidos como en Europa se emplean en productos desechables —envases, utensilios para alimentación y bolsas. ¿Qué se está haciendo al respecto?

En un artículo anterior os hablábamos de la campaña #DesnudaLaFruta. Ahora la organización ambientalista Greenpeace y #DesnudaLaFruta se unen para pedir a los supermercados y grandes superficies la retirada de plásticos de frutas y verduras sobreenvesadas. Otras acciones como «Plastic Attack», iniciada en Inglaterra, busca asimismo reducir el plástico en el envasado de productos.

En España acaba de aprobarse la prohibición a partir de 2020 de la comercialización, importación y exportación de utensilios de plástico de un solo uso (platos, vasos, cubiertos o pajitas). Dichos utensilios deberán fabricarse con al menos un 50 % de sustancias biodegradables, y con un 60 % a partir de 2025.

También España y diversos países como Francia, Irlanda, Australia o algunas provincias de Argentina como la capital Buenos Aires aplican o tienen previsto aplicar algún tipo de medida restrictiva respecto a la distribución o venta de bolsas de plástico.

Por último, conviene destacar que, nosotros a través de unos hábitos y de un consumo responsable tenemos la capacidad de mejorar la situación. Gestos diarios como separar los residuos en casa, evitar el consumismo, los productos hechos de materiales plásticos, alimentos sobreenvasados, etc.

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