El estanque en el huerto ecológico

Para hacer un estanque en el huerto ecológico no es necesario dedicarle mucho espacio, hasta un pequeño estanque favorecerá la aparición de vida animal beneficiosa para el huerto y tener un estanque pequeño será mucho mejor que no tener ninguno. El estanque lo usarán muchos animales para distintos fines: beber, bañarse, cazar…

Para atraer a la vida animal coloca el estanque en un lugar abierto y soleado. Crea una pendiente en un lado del estanque, como si se tratara de una playa, de forma que los animales puedan entrar y salir de él con facilidad. Si puedes, haz un estanque de al menos un metro cuadrado que sea lo más profundo posible. Si el estanque es demasiado pequeño, especialmente si es demasiado superficial, enseguida se calentará, favoreciendo la aparición de algas y hierbas no deseadas. El agua que haya en los estanques nuevos al principio adquirirá una coloración verde, pero enseguida se asentará y se aclarará si cultivas en él plantas que proporcionen oxígeno.

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Tipos de revestimientos de estanques

Tradicionalmente los estanques estaban revestidos de hormigón, un material difícil de utilizar que debe sellarse para tener un acabado adecuado. Pasados unos años, el hormigón muchas veces se resquebraja y, aunque todavía se utiliza en algunos estanques, en realidad no es demasiado aconsejable.

Los revestimientos de caucho de butilo son probablemente los mejores y más sencillos de utilizar, especialmente en las charcas donde hay vida animal. El mejor butilo durará 25 años. La principal ventaja del butilo es que es flexible y se puede utilizar sea cual sea el tamaño y forma de tu estanque. Además te animo a que indagues un poco sobre qué materiales disponibles en tu zona se podrían utilizar para construir el estanque y aprovechar así los recursos locales.

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Cómo cavar y revestir un estanque

Para crear un estanque recubierto de butilo, excava un hoyo que sea un poco más grande que el estanque para dejar espacio a la capa inferior protectora y al revestimiento. Crea un saliente superficial a un lado del estanque para cultivar plantas. Cuando hayas excavado el hoyo, examina con cuidado la superficie con el fin de eliminar posibles piedras afiladas, raíces de plantas y otros objetos que pudieran agujerear y estropear el revestimiento. Utiliza un nivel para comprobar que los laterales están bien equilibrados, colocando un listón de madera a lo largo y a lo ancho del estanque. Si fuera necesario, añade o elimina tierra. Extiende una capa de arena de cinco centímetros y cúbrela con un refuerzo, como una alfombra vieja o un refuerzo específico para estanques.

Extiende el revestimiento sobre el hoyo, asegurándote de que una parte importante de él queda superpuesta. Coloca algunas piedras alrededor de los bordes para fijarlo en su lugar y para que el revestimiento pueda deslizarse dentro del hoyo. Cambia de sitio las piedras cuando sea necesario para volver a sujetar el revestimiento y, a continuación, comienza a llenar lentamente el hoyo. El peso del agua empujará el revestimiento hacia el interior. Si deseas sembrar plantas directamente en el estanque, coloca un poco de tierra en el fondo durante esta fase. Cuando el estanque esté a medio llenar, comprueba de nuevo el nivel de los laterales y ajústalo si fuera necesario.

Cuando el estanque esté lleno, comprueba de nuevo el nivel y entierra los bordes del revestimiento para evitar que la luz del sol lo dañe. Coloca algunas plantas alrededor para que tenga un aspecto lo más natural posible. Puedes ver algunos ejemplos:

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