No toda huerta necesita sol: aprende a cultivar champiñones

¿Sabías que puedes cultivar champiñones en casa? Con el huerto micológico consigues una gran cantidad de setas en muy poco tiempo y apenas sin esfuerzo.

El cuarto del fondo, el trastero, la bodega, el sótano… ¿Tienes un lugar oscuro y tranquilo? Pues ahí tienes tu espacio de cultivo de setas casero.

Descubre aquí todo lo que necesitas saber para poner en práctica esta curiosa, educativa y deliciosa afición.

Te va a sorprender.

 

La mini teoría que debes saber sobre las características de los hongos    

Como sabrás, otoño, invierno y primavera son las estaciones ideales para consumir setas (y cultivarlas).

Pero quizá no sepas que los hongos no son plantas. Los hongos son hongos, las plantas son plantas y los animales, animales.

Su fisionomía, germinación, necesidades y desarrollo son particulares. Eso es lo que hace posible tener un huerto micológico en el lugar más insospechado de la casa.

Para entender su cultivo, primero debes conocer cómo son.

 

¿Cómo son las setas y cómo se reproducen?

Se estima que existen entre dos y cuatro millones de especies de hongos.

Unas decenas de miles de esas especies producen setas.

Algunas de todas esas setas son comestibles.

Y unas pocas de esas son cultivables.

Ya ves, las setas comestibles representan un porcentaje minúsculo del total, pero son un alimento muy destacado en la gastronomía y la cultura de todo el mundo. Su variedad sorprende a cualquier aficionado.

Pueden ser muy diferentes unas de otras, tanto por su forma como por su sabor, olor y propiedades nutricionales. Pero todas comparten unas características comunes en mayor o menor medida.

Debes identificar:

• Pie o pedícelo. Es ese tallo que sostiene a la seta. Es más leñoso y puede ser más o menos grueso i largo según la especie de seta y su forma de cultivo.

• Sombrero. Se sostiene sobre el pie y es la parte más carnosa e interesante en la cocina. Su forma, textura, tamaño y color son muy variados. En su parte inferior verás el himenio, un tejido con estructura laminosa, esponjosa, tubular o de pliegues. En estos espacios se forman las millones de microscópicas esporas del hongo.

 

¿Cómo se reproducen los hongos?

Te interesa saber esto si quieres cultivar setas en casa.

Las esporas son como las semillas de las plantas. De las esporas liberadas nacerán nuevos hongos que, más adelante, desarrollarán setas.

Fíjate en eso: las setas son la parte fructífera del hongo, no el hongo en sí. El hongo está en la tierra y, cuando llega el momento de reproducirse, desarrolla la seta.

Es decir, la seta es al hongo lo que la fruta al árbol.

Cuando las esporas caen en un sustrato adecuado, germinan y forman un filamento ramificado llamado hifa.

Al crecer, las millones de hifas forman una maraña de hilillos, el micelio.

¿Qué es el micelio?

El micelio ejerce de raíz de la seta. A partir de él, llegado el momento, brotará el cuerpo de la seta, que es lo que nos interesa.

¿Cuál es la conclusión? Para el cultivo de setas en casa, la semilla de tu huerto ecológico pueden ser las esporas o los micelios.

 

¿Qué tipos de setas puedes cultivar en casa?

Nos gustan las setas y hay muchas variedades y formas de disfrutarlas. Con algunas excepciones, es posible cultivar las principales variedades de hongos a pequeña escala.

Estas son las setas más utilizadas:

• Champiñón de París (Agaricus bisporus)

El saludable champiñón la seta más conocida. De sombrero redondeado, achatado y blanco y pie corto, es de uso muy común en la cocina. Es de crecimiento rápido y fácil de cultivar.

El champiñón blanco es la variedad de seta más cultivada en España. ¿Alguna vez te has preguntado de dónde sale? En este vídeo lo explican muy bien:

 

• Champiñón Portobello (Agaricus brunnescens)

Esta especie de champiñón tiene la misma forma que el de París, pero un color pardo claro. Se considera algo más selecto que el anterior y tiene un sabor más delicado, particular y dulzón y una textura más carnosa.

• Seta de ostra o seta común (Pleurotus ostreautus)

La segunda seta más consumida crece en racimos en troncos y tocones de árboles, de los que surge con el pie en posición lateral.

Es de color marrón claro o gris y su carne es firme y de un sabor suave pero muy característico.

• Seta de cardo (Pleurotis eryngii)

Tiene un pie grueso y alto, en forma de campana, y un sombrero plano y redondo de color marrón. Su carne, densa y tierna y de sabor delicado y ligeramente dulce, coge potencia conforme se va cocinando.

• Seta de chopo (Agrocybe aegerita)

Es una seta de fácil cultivo que en la naturaleza crece en troncos de árboles, en racimos. Su pie es largo y el sombrero redondeado y achatado es de color crema. Tiene un sabor intenso, con toque afrutado.

• Shiitake (Lentinula edodes)

La famosa y cada vez más deseada shiitake procede de Asia Oriental (China, Japón). Pero puedes cultivar setas shiitake en tu huerto urbano micológico.

El tallo es fibroso y duro. El sombrero es redondeado, algo achatado y de color marrón. Su sabor es muy intenso, por lo que se usa en pequeñas cantidades y, por lo tanto, no necesitarás crear un «gran» cultivo para tener suficientes setas.

• Enoki o enokitake (Flammulina volutipes)

Bonita, de aspecto delicado, la asiática enoki se ha ido introduciendo en nuestra cocina por medio de platos orientales.

Crece en densos ramilletes con pie muy largo y delgado. El sombrero es pequeño, casi un botón en el extremo del tallo. Toda la seta es de un color blanco como la nieve, si es que se cultiva en total oscuridad.

Su sabor es delicado, con un toque de frutos secos.

 

Quizá eches en falta en este listado al níscalo o robellón (Lactarius deliciosus) y a la seta de calabaza (Boletus edulis). Son dos de las setas silvestres más apreciadas en España.

¿Se pueden cultivar níscalos y Boletus edulis? Lo cierto es que sí, pero no es una forma de fungicultura muy eficiente. Necesitas tener un jardín con árboles maduros o una parcela de bosque y armarte de paciencia.

Tanta paciencia como para esperar varios años para que broten las setas.

Y aquí pretendemos explicarte cómo tener un rápido y fácil cultivo de setas en tu propia casa, garaje, sótano o bodega. Vamos a verlo.

 

 

¿Qué se necesita para cultivar champiñones?

El cultivo de champiñones es el más extendido entre los aficionados a la fungicultura a pequeña escala. Por eso, nos centraremos en explicar cómo cultivar champiñones en bodega, sótano o en casa.

Las pautas básicas son las mismas o similares para la mayoría de las setas comunes, aunque pueden cambiar los tiempos, las necesidades de humedad y temperatura, así como las características del sustrato.

 

¿Qué necesitas para el cultivo casero de champiñones?

El cultivo de champiñones es poco exigente en material o utensilios.

Lo bueno de las setas comestibles más comunes es que crecen bastante rápido y en lugares oscuros que no podrían aprovecharse para cultivar vegetales.

Es decir, que si lamentas no poder tener un huerto urbano por carecer de un espacio luminoso, estás de suerte. Puedes habilitar un sótano, una cueva, un garaje o incluso un cuarto oscuro que tengas libre.

¿Hace falta mucho espacio?

Lo cierto es que no.

Al igual que las plantas, puedes cultivar hongos en espacios del tamaño de una maceta, una caja (incluso de cartón) o una mesa de cultivo de madera. La productividad puede ser bastante alta, por lo que es un cultivo muy eficiente.

Las plantas necesitan luz para hacer la fotosíntesis y crear materia orgánica a partir de elementos del suelo.

No es el caso de las setas.

Los hongos se nutren de materia orgánica, no la fabrican. Por eso no necesitan la luz y surgen en lugares oscuros sin mayor problema.

Eso quiere decir que hace falta un sustrato nutritivo, que normalmente es alguna forma de estiércol, abono, paja de cereales, serrín o madera en descomposición.

Sea como sea, lo importante es que ese sustrato sea 100 % ecológico y natural.

Los hongos se nutrirán de él y queremos que los champiñones sean orgánicos y saludables.

Existen en el mercado kits de cultivo de champiñones en casa que incluyen todo lo que necesitas. Estos kits pueden aparecer en forma de cajas o balas de tierra con la semilla del champiñón, que solo tienes que plantar según las instrucciones que te sugieran.

De cada uno de estas balas se pueden conseguir varias cosechas de varios kilos, según el tamaño del kit.

Como ves, es un cultivo muy rentable y productivo.

 

¿De dónde sacar el micelio del champiñón? 

Si vas a utilizar un kit de cultivo de champiñones, este te incluirá el micelio en grano o en un formato similar. Es lo que necesitas para cultivar.

Otra opción es comprar el micelio de champiñón aparte para sembrar en tu propio sustrato.

Y una alternativa más está en inocular esporas. Estas se pueden conseguir en el mercado o puedes intentar conseguirlas de otros champiñones.

Sin embargo, el cultivo por medio de inóculos de esporas es menos seguro, más lento y sus resultados menos fiables.

 

 

Cómo cultivar champiñones paso a paso

Si vas a utilizar un kit de cultivo, lo tendrás más fácil. Tan solo sigue las instrucciones que incluya.

Pero si quieres aprender a hacer tu propio huerto micológico, sigue leyendo.

 

1. Consigue una buena caja de cultivo

Es preferible que el huerto se contenga en una caja o mesa para cultivo ecológico, fabricada con madera de bosques sostenibles.

Estas cajas no están tratadas con sustancias químicas contaminantes que podrían pasar al sustrato. Soportan mejor la humedad que el cartón y permiten la transpiración mejor que el plástico.

 

2. Maximiza la higiene

Cualquier espora de otros hongos que no sean el champiñón podría contaminar el sustrato. Cualquier intruso podría colonizar el sustrato y competir con el champiñón, enfermarlo o destruirlo.

Por eso, en la fungicultura es muy importante guardar la adecuada higiene.

Antes de cultivar, lávate bien las manos y limpia los utensilios, incluyendo la caja.

Puedes utilizar un jabón ecológico, alcohol o algún desinfectante natural.

 

3. Prepara el sustrato de los champiñones

Para los champiñones, debes crear una mezcla adecuada de paja, turba, serrín y estiércol o gallinaza.

Empieza con una primera capa de paja de trigo (preferible), cebada o avena. Es buena idea hervirla antes de usarla para evitar la contaminación con otros hongos.

Distribúyela homogéneamente por el fondo de la caja de cultivo ocupando un tercio de su altura.

Incorpora una segunda capa de turba mezclada con algo de serrín.

Por último, cubre el último tercio con gallinaza o estiércol bien desmenuzado.

4. Siembra el micelio en grano de champiñón

Tan solo tienes que desmenuzar el micelio en grano que hayas comprado o conseguido por la superficie del estiércol.

A continuación, cubre con un poco de turba y riega.

El sustrato debe quedar húmedo, pero no encharcado. Los hongos aprecian la humedad, pero no «estar mojados». Y no queremos que se formen mohos intrusos bajo ninguna circunstancia.

 

5. Atiende a los cuidados del cultivo de champiñones

Una vez preparada la siembra, asegúrate de dejar la caja tapada en un lugar oscuro o poco iluminado. Lo ideal es cultivar champiñones en bodega o sótano, pero también puedes aprovechar un cuarto libre y oscuro.

Si es este último caso, asegúrate de que el sol no caliente las paredes de ese cuarto.

Debes regar con periodicidad. Es mejor hacerlo con una pistola difusora o con una regadera antes que con un chorro de agua. No riegues sobre los champiñones, sino en la tierra.

La humedad ideal para este cultivo es de un 75-80 %. También es necesaria una buena ventilación y una temperatura de entre 10 y 30 ºC. La ideal está en torno a los 17-18 ºC.

En torno a una semana después de la siembra, podrás ver un pelillo blanco en la superficie de la turba. Ese es el micelio en desarrollo, que ha llegado a la superficie.

Buenas noticias entonces.

6. Cosecha los champiñones

En unas tres semanas los champiñones habrán brotado y crecido hasta un diámetro adecuado para su consumo (entre 5 y 8 cm).

No los cortes. Para cosecharlos, retuerce el cuerpo con delicadeza hasta que se desprendan del sustrato.

¿Y qué ocurre luego? Los micelios que quedan en la tierra siguen desarrollándose a tiempos dispares, por lo que la cosecha continua. Sí todo va bien, podrás recolectar champiñones ecológicos cada 7-10 días, hasta que el sustrato haya agotado sus nutrientes.

¿Empezamos de nuevo?

 

Champiñones y setas cultivados en casa, ¿puede ser más fácil?

Con este sencillo sistema de cultivo puedes tener hongos ecológicos sin preocuparte por la luz solar o complejos cuidados.

Es fácil, es rápido y es muy eficiente. En poquísimo tiempo puedes disfrutar del fruto de la tierra en grandes cantidades y de manera periódica.

Con los kits de cultivo tendrás un huerto casero productivo con el que conseguir un alimento saludable y nutritivo durante todo el otoño, el invierno y la primavera.

¿Nos cuentas tus recetas con setas? Con el huerto de champiñones podrás probarlas y repetirlas todas.