El cultivo de la cebolla

Originaria del Asia central, la cebolla es una de las hortalizas más antiguas que conocemos. La cebolla allium Cepa pertenece a la familia de las liliáceas: una planta bienal muy cultivada en los países de todo el mundo.

El primer año de cultivo tiene lugar el proceso de bulbificación o formación del bulbo, mientras que el segundo año se produce la fase reproductiva. Hoy en día la cebolla es una de las hortalizas más cultivadas  debido a su fácil cultivo y a su valor culinario.

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Las cebollas se siembran en semillero de febrero a marzo y se trasplantan de mayo a junio (o cuando midan 15/20 cm), cosechando de septiembre a octubre. Si elegimos la variedad temprana, sembramos de agosto a septiembre, trasplantamos de noviembre a enero y cosechamos de mayo a julio.

A la hora de asociarla a otros cultivos, tendremos en cuenta que se lleva bien con la mayoría de las hortalizas: tomates, zanahorias, berenjenas, melores, sandías, puerros, coles, pepinos o lechugas. Pero además las cebollas son muy interesantes para el mantenimiento del propio huerto, pues aportan gran riqueza al suelo a través de las microrrizas que poseen sus raíces y además protegen de algunas plagas. Evitaremos sembrarla cerca de leguminosas como guisantes, judías o habas, porque el exceso de nitrógeno perjudica a la formación del bulbo.

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En cuanto a los requerimientos de luz, la cebolla necesita pleno sol.

Con el agua debemos ser comedidos y se debe evitar encharcamientos ya que las cebollas son muy sensibles al exceso de agua. Regaremos de forma frecuente pero escasa, durante el verano lo haremos con mayor frecuencia, pero en otras estaciones dejaremos más espacio entre riego y riego. Es importante que el suelo tenga buen drenaje para que el agua no se encharque y no se pudra el bulbo de la cebolla.

Otro punto importante es el abonado, el uso de cenizas es una excelente opción, por las cantidades de potasio y nitrógeno que presentan y por su aporte a la hora de ayudar con el  desarrollo del bulbo.

La cebolla puede sufrir plagas de thrips, mosca de la cebolla, pulgón, ácaros o caracoles. Aquí puedes ver remedios ecológicos para combatirlos.

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Cuando vemos que las hojas empiezan a secarse, nos está indicando que ya se puede cosechar la cebolla.
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