Cómo plantar árboles y arbustos

Puede que parezca una tarea sencilla, pero plantar árboles y arbustos en un jardín o un huerto, requiere de algunas consideraciones que, aún si eres un aficionado a la jardinería o a la horticultura, no está de más repasar.

En este artículo te contamos algunos datos importantes que debes conocer a la hora de plantar árboles y arbustos, como por ejemplo: tener en cuenta el clima, suelo y origen del árbol, cuándo se planta, cómo preparar el terreno antes de plantar, la plantación, cómo proteger la planta y cómo realizar la poda.

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Antes de comenzar a plantar se requiere organización…

… e información. Sobre todo si ya has encontrado la especie que deseas, pues no siempre puedes plantar lo que quieres.

Puede sonar desalentador, pero lo cierto es que hay cuatro pasos previos indispensables antes de elegir la especie:

1. Normativa: En muchos casos, aunque el terreno sea de propiedad privada, existen normativas que limitan algunas especies en determinados territorios. También hay regulaciones respecto a la distancia entre la plantación de algunas especies y las propiedades, vías de comunicación, tendidos eléctricos, línea de costa, causes fluviales, gasoductos, bienes culturales, entre otros.

Puede que sea necesario realizar algunas averiguaciones antes de embarcarse en comprar una planta y determinar el lugar donde plantarla de manera definitiva.

2. Clima: Es muy importante tener en cuenta que las condiciones climáticas son adecuadas para el desarrollo de la especie que deseamos plantar. El frío, el sol, las temperaturas máximas y mínimas, así como las condiciones de humedad, tienen gran importancia.
3. Suelo: El tipo de suelo también resulta determinante, tanto en el tipo de sustrato, la textura y el tipo de nutrientes son esenciales para la planta.
4. Procedencia: Al adquirir una planta lo mejor es asegurarse de su procedencia mediante la guía o registro, que garantiza la calidad genética y sus condiciones fitosanitarias.

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¿Cuándo se planta?

Conocer cuál es el mejor momento para realizar la plantación de árboles es importante, especialmente para aquéllos árboles que son de hoja caduca. Los de hoja perenne tienen más facilidad para adaptarse si se plantan a lo largo de todo el año.

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Para minimizar daños al árbol y facilitar su adaptación (en especial a los árboles de hoja caduca), es preferible realizar la plantación durante los meses más fríos del año, ya que, el árbol se encuentra en una fase de «letargo» o vegetativa y se producen menos daños en las partes aéreas, como por ejemplo pérdida de hojas.

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Conocer el tipo de suelo donde plantas el árbol

Ya que será el lugar donde se desarrollará la planta, es importante conocer el tipo de suelo para seleccionar las especies con mejores oportunidades.

Aunque hay muchos factores, tipos de suelo e incluso profundidad, que condicionan el tipo de especie, estos son algunos de los principales aspectos a considerar:

• Textura: para conocer la textura puedes cavar un poso, tomar un poco como muestra y, una vez seca, desmenuzarla dentro de un frasco, agregar agua hasta llenarlo, agitar y dejarlo reposar.

Una vez reposado un par de horas verás que se han formado capas que te proporcionarán una idea de las proporciones: en el fondo quedará la capa más gruesa de arena, luego otra más fina y finalmente una más fina. En esta última estarán el limo y la arcilla, que se diferencian por el color.

• Retención de humedad: la tierra arenosa es ligera y seca, esta tierra es propensa a secarse y no retiene bien los nutrientes; la tierra arcillosa resulta al tacto más pegajosa, oscura y suave, retiene con eficacia los nutrientes y la humedad, siendo también más difícil trabajarla.
• pH: la tierra ácida o alcalina puede suponer un problema para el desarrollo de algunas plantas, influyendo en la absorción de nutrientes como el hierro y el magnesio. Para conocer el pH se puede utilizar una tira de papel de tornasol (que se vende en farmacias).

Se coloca una muestra de suelo pulverizada en un frasco de vidrio y se agregan 2 partes de agua destilada. Una vez estabilizada la mezcla, se sumerge la tira. Si se pone rojo indica acidez y si se pone azul indica alcalinidad.

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Una vez determinadas las condiciones del suelo, se podrá decidir el tipo de sustrato que será mejor utilizar para el trasplante a fin de estabilizar la deficiencia de nutrientes o estructura.

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Preparar el terreno para plantar

Una vez despejado el trozo de terreno, quitando las hierbas y otras plantas, se realiza el hoyo. Éste será de alrededor de 40 x 40 x 40 cm y se recomienda hacerlo algunas semanas antes del trasplante, volviendo a colocar en el hoyo la tierra removida quitándole piedras, raíces y palos.

Si se van a plantar varios ejemplares, la distancia entre ellos tendrá que ser de al menos 3 metros, para que puedan respirar, recibir bien la luz y facilitar el arraigo.

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Pasos para realizar la plantación

Los árboles pueden venir con maceta o cepellón, o bien a raíz desnuda. Se recomienda utilizar las que vienen con maceta, para conservar mejor la raíz y la reserva de nutrientes de la maseta original.

En algunos casos estas macetas provisionales con las que se entrega la planta en el vivero no será necesario quitarla, suelen ser de hojas u otro material orgánico o vegetal que se degradará con el tiempo; otras, como las plásticas, habrá que cortarlas para quitarlas.

Se recomienda humedecer el cepellón antes de ubicarlo en la tierra, para aumentar la reserva hídrica.

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En la tierra removida del hoyo se hará un agujero para introducir el cepellón o la raíz y, ubicando la planta, se debe controlar que quede bien recta, apretando la tierra alrededor para que no queden bolsas de aire.

El cuello de la raíz o el límite del cepellón debe quedar al ras del suelo, ni elevado ni más profundo.

Si, por las características del suelo, fuera necesario agregar abonos, se lo debe agregar después de haber posicionado la planta y a una distancia de 20 cm de la raíz.

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Protección de la planta

En la mayoría de los casos, los árboles jóvenes necesitan protecciones ante el viento o los animales.

Lo más utilizado durante los primeros tiempos es el tutor. Éste se puede incorporar al terreno justo antes de plantar, y así evitar la posibilidad de dañar las raíces al clavarlo.

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Para atar el tutor se utilizan tiras de goma, resistentes a las condiciones climáticas, pero que, gracias a su elasticidad, no producen daños en la corteza.

Según el tipo de árbol o arbusto, se lo puede envolver con una malla o rejilla sujeta al tutor, sobre todo si hay animales que lo puedan comer.

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Aspectos básicos de la poda

La poda de árboles y arbustos es muy importante, no sólo para mantener el aspecto del jardín, sino para estimular su crecimiento.

Cada especie responde a un modo de poda característico. Sin embargo, la armonía resulta una guía simple para conocer hasta dónde podar.

Las raíces absorben savia bruta, mientras que la parte aérea produce sabia elaborada. Un equilibrio entre ambas partes resulta satisfactorio, mientras que, si se poda demasiado la parte aérea, se retrasa el desarrollo de la planta debido a que parte de las reservas se destinarán a reemplazar las ramas suprimidas.

Por otra parte, cada extremo aéreo tiene una yema terminal que ejerce la dominancia apical. Al suprimirla se elimina su preponderancia y las demás ramas crecerán más rápido.

Cómo podar:

• El corte debe ser limpio, sin dejar magulladuras o rebanadas.
• Se realiza por encima de una yema sana, para favorecer su cicatrización.
• Se hace del lado opuesto al de la yema, para evitar que se acumule humedad en el corte.

Tres herramientas indispensables, como la tijera de setos o cizalla, la tijera de jardinero y la podadera, resultarán útiles para diferentes tipos de ejemplares y de poda.

Con la tijera se podrán recortar arbustos pequeños, en especial para embellecer y controlar su aspecto. Con la podadera se pueden cortar fácilmente ramas de hasta 4 centímetros de diámetro. Para la poda de ramas de más grosor harán falta sierras.

La poda se realiza generalmente cuando las plantas están en reposo, es decir, durante los meses de otoño-invierno, y siempre que no haya peligro de heladas.

 

Fuentes

• “Manual práctico de la Jardinería”, Carlos M. Torrecilla, María Antonia Pérez, Luis Arranz, J. Ramón Gómez, Pablo López. Profesores de la Escuela Castillo de Bartes. 1998
• “Manual Cómo Plantar un árbol”, Rubén Rodríguez, José Luis Benito, Sonia R. Estrada. Servicio de Montes y Producción Forestal, Dirección General de Política Forestal, Consejería de Medio Rural y Pesca, Asturias. 2009.

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