Los arbustos en la huerta ecológica

Los arbustos pueden ser parte muy importante en la huerta ecológica. Además al ser plantas leñosas suelen ser de, relativamente, fácil mantenimiento, y cumplen varias funciones importantes, algunas de ellas son:

• Mejoran y favorecen el desarrollo de otras plantas en la huerta
• Hacen de barrera o muro de protección ante los vientos fríos del norte
• Cobijan a la fauna auxiliar
• Favorecen la biodiversidad
• Crean microclimas
• Se pueden usar para delimitar zonas o hacer pasillos
• Proporcionan sombra
• Además nos ofrecen frutos y flores, que atraen a polinizadores

Lo más favorable, si no tienes experiencia con los arbustos, es comenzar con variedades autóctonas, así será más fácil evitar problemas como enfermedades, plagas, mala adaptación al clima, etc. Pero seguro que la experiencia es muy positiva.

Una de las técnicas en permacultura es usar distintas alturas para crear sistemas autosostenibles y autoregulados, en los que tengamos que intervenir lo mínimo posible, y los arbustos forman parte de esta técnica. Incluso forman parte de los llamados Bosques Comestibles

 

Algunos arbustos y sus frutos

Endrinas, del prunus spinosa, son unos frutos azulados que podemos utilizar para elaborar mermeladas, bizcochos, bebidas, etc. Este arbusto puede aguantar perfectamente temperaturas inferiores a los -5ºC, aunque es más delicado para las temperaturas altas. Puede estar tanto a pleno sol como en semisombra. Aunque prefiere suelos básicos, también puedes cultivarlo en suelos neutros o ácidos. Lo podemos reproducir por semillas o estacas.

Zarzamoras o moras, rubus ulmifolius, son muy nutritivas y podemos comerlas tal cual o incluirlas en recetas de postres o dulces. Este arbusto crece bien en prácticamente cualquier tipo de suelo. Le gusta estar a pleno sol, la humedad y los climas templados. Se reproduce con cierta facilidad por estacas y acodos.

Madreselva, lonicera caprifolium, las podemos reproducir por semillas, esquejes, acodos o estacas. Suelen adaptarse a cualquier tipo de suelo, les gustan los terrenos profundos y húmedos, aguantan el frío y crecen mejor en sombra o semisombra. Aunque sus frutos son venenosos, de la madreselva se utilizan otras partes que poseen propiedades medicinales

Frambuesas, rubus idaeus, tiene ramas espinosas, parecidas a las zarzamoras, que crece bien en suelos neutros y ácidos. No le gusta estar a pleno sol y se desarrolla muy bien en semisomba, muy resistente tanto a temperaturas bajas como altas. Lo podemos reproducir por semillas, esquejes o acodos.

Escaramujo, rosa canina, puede crecer en todo tipo de suelos, necesita suelos con buen drenaje y húmedos, puede crecer en montaña y a temperaturas muy bajas (-10). Lo podemos reproducir por semillas, esquejes o acodos. Sus frutos son muy apreciados por sus propiedades nutricionales y medicinales.

Romero, rosmarinus oficinalis, se adapta a todo tipo de suelo, prefiere suelos que esté bien drenados y aunque le gustan los climas cálidos y suaves, es capaz de aguantar bajas temperaturas. Le gusta estar a pleno sol. Lo podemos reproducir por semillas y más fácilmente por esquejes. El romero es muy apreciado por su multitud de aplicaciones medicinales.