Cómo sacar provecho a los beneficios nutricionales de las semillas y frutos secos
Activación es el proceso que la semilla desarrolla al ser puesta en agua por varias horas. Si hidratamos las semillas, en condiciones lo más similares posibles al sembrado de éstos- poca luz, agua, baja temperatura y tranquilidad – estos reciben el mensaje de que es hora de permitir que la vida que llevan en su interior, nazca.
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Y al ser así, éstas sufren varias transformaciones:
– Liberan al agua diversos antinutrientes que han cumplido la función de proteger esa vida en potencia durante mucho tiempo.
– Liberan «inhibidores enzimáticos», que si los comiéramos, llevarían a que perdamos nuestras enzimas para poder digerir ese alimento.
– Se activan sus nutrientes para que brote la nueva planta.
– Se convierte gran parte del almidón (azúcar complejo) de la semilla, en glucosa absorbible.
– Disminuyen las calorías de los granos.
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Todos estos cambios que se generan en la semilla al dejarla en agua nos traen un montón de beneficios, si la vamos a comer. Tengo varios amigos y alumnos que me han comentado que desde que comen almendras, nueces, o legumbres activadas, las digieren muy bien, no se sienten «pesados» como antes, y no les generan algunas molestias típicas en la boca.
Comer un puñado de almendras para muchos es prohibitivo, ya sea por su gran aporte calórico, o porque puede provocarnos dolores de estómago o hinchazón. Cuando están activados , los granos se vuelven mucho más fáciles de digerir y podemos absorber sus nutrientes con mayor efectividad.
Recuerdo que este proceso sólo va a funcionar si los granos que escojamos están crudos o vivos. Los granos que han sido tostados , ya está muertos y sus nutrientes se han destruido, por lo que no sirve de nada hidratarlos. Y al calentar a altas temperaturas los granos, varios de sus nutrientes , como las grasas esenciales, se pueden descomponer y volver dañinas.
No veamos esta nueva información como un problema, sino, como una oportunidad: activar los granos es muy simple, trae muchos beneficios, y una vez que se comienza a practicar, se adquiere rápido la costumbre. El proceso es lindísimo! En general necesitan entre 8 y 12 horas de hidratación en agua tibia-fría, aunque las almendras requieren entre 12 y 24 horas, y la quínoa, a veces en 6 horas está lista. Luego de hidratarlas (de la noche a la mañana), esa agua donde descansaban, se bota , ya que contiene antinutrientes ya mencionados, luego se lavan unos segundos en agua idealmente pura, y ya está listos para ser consumidos. Si quisiéramos dejarlas más tiempo , después de activarse y larvarse, pueden mantenerse en un colador o malla con ventilación, por un par de días, regándolas 1 o 2 veces al día. Si realizamos esto, eventualmente van a brotar, lo que se conoce como «germinación«. Precisamente cuando brota , la plantita está naciendo. Ese momento es el que la semilla tiene más energía vital , y al brotar, los nutrientes que poseen se potencian muchísimo (he leído que pueden llegar a ser 10 o más veces mayores a los de la semilla seca).
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Entre la activación y la germinación, el grano debe seguir en condiciones de poca luz y poco calor, bien hidratada.
Si bien los brotes son muy nutritivos, no tenemos que esperar hasta que los granos germinen para poder consumirlos. Basta con que estén activadas. Y una vez germinadas, tener ojo con no mantenerlas muchos días, ya que pueden llenarse de moho y causar indigestión. Si se quieren mantener por más tiempo, deben secarse y deshidratarse otra vez.
Ejemplos de granos que yo activo: almendras, nueces, lentejas, garbanzos, chía, linaza, avena (en grano), maravilla, sésamo, quínoa, mijo, cáñamo, semillas de zapallo o calabaza,…
Ya ves, muchas veces el vivir más sanamente y conectados es SIMPLE, mientras llevamos años creyendo lo contrario.
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¡Te animo a probar tus semillas activadas! Y que germine en ti mucha vida, de la misma tierra.
Conchi ha comentado el 4 de julio de 2016
Hola, me encanta toda la información que facilitáis, es muy valiosa. Gracias.
Juanjo ha comentado el 16 de diciembre de 2016
Una vez activados o germinados, en su caso, ¿interesa tostarlos?
Es que si los tuesto se secan y los puedo moler.
Si no los tuesto ¿se comen húmedos?
Me estoy refiriendo a las semillas de lino y de sésamo
Muchas gracias
ECOagricultor ha comentado el 17 de diciembre de 2016
No Juanjo, no se deben tostar una vez germinados porque destruimos la mayoría de sus bondades por calor.
Los puedes comer húmedos perfectamente 😉
Juanjo ha comentado el 19 de diciembre de 2016
¿Se pueden moler las semillas de sésamo y lino antes de ponerlas a remojo para la activación?
Gracias.
ECOagricultor ha comentado el 20 de diciembre de 2016
Sí se pueden poner a remojo molidas… pero no se «activarán» porque las hemos destruido 😉
Eliana ha comentado el 15 de febrero de 2017
Y… molerlas tras la activación?
De ese modo no se destruiría nada… no?
ECOagricultor ha comentado el 16 de febrero de 2017
Sí Eliana, las puedes moler justo después de activarlas y antes de consumirlas.
Un saludo 😉