El cultivo de la col lombarda y el repollo
Tanto la Col lombarda o roja como el Repollo pertenecen a la familia de las crucíferas. La lombarda es una planta anual con tallo erguido consistente pero leñoso, con hojas de color rojo violáceo intenso y que posee un cogollo duro y compacto. Por otra parte, el repollo verde tiene las hojas de afuera verdes oscuras y las interiores van de verde pálido a verde claro.
A la hora de sembrar, dejaremos una distancia entre plantas de 40 cm., y distancia entre líneas o surcos de unos 70 cm. También la podemos cultivar en maceta que tenga al menos 20 cm de ancho, 20 cm de largo y otros 20 cm. de alto.
Los podemos sembrar tanto en suelo directamente como en semillero, enterrando las semillas a una profundidad de 0.5 a 1cm y las cubrimos después con una fina capa de tierra y compost.
A los 40 o 50 días de la siembra haremos el trasplante definitivo, prestando atención de cubrir la planta hasta la base de las hojas sin cubrir el brote central, pues es muy frágil.
Son adecuados los suelos calcáreos húmedos, bien drenados y porosos. A veces no es necesario abonar al principio, especialmente si el cultivo anterior era de leguminosas. Crece bien en suelos con pH entre 5,5 y 6,8 (Preferiblemente entre 6,2 y 6,5). Tolera muy bien la acidez, pero a más de 7 tiene problemas para asimilar agua y nutrientes. A la hora de planificar la rotación de cultivos no se debe sembrar después de cultivos de la misma familia.
En cuanto a los requerimientos de riego, son muy sensibles a la sequía, por lo que se debe regar frecuentemente, necesita humedad, ya que, debido a sus hojas anchas se evapora más el agua. Debe tener un buen drenaje para que no se produzca podredumbre en las raíces.
Tanto la lombarda como el repollo pueden cultivarse en casi todos los climas, eso sí, necesitan mucha luz.
Las necesidades de nutrientes son altas, siendo plantas muy exigentes, por lo que se requiere un buen abonado. El abono debe ser rico en nitrógeno desde el inicio hasta la formación de las cabezas, especialmente cuando más rápido crecen las hojas.
A la hora de asociar la lombarda y el repollo con otras plantas, consideraremos asociarlas con las remolachas, judías, lechugas, guisantes, patatas, pepinos o tomates. Y con aromáticas, como la menta, la melisa, el romero o el tomillo que van a repeler los parásitos de las coles. Evitaremos asociarlas con las fresas y las habas.
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Deberemos prestar cuidado con ciertas plagas y enfermedades:
- La hernia de la col: es una enfermedad que provoca nudosidades en la raíces y en el tallo, haciendo que las hojas se marchitan y las plantas a menudo acaban por morir. Para prevenir, realizaremos rotaciones bien espaciadas y evitaremos el uso de estiércoles frescos.
- Mariposa de la col: es una mariposa blanca de puntos negros que pone huevos de color amarillo bajo las hojas de las coles; las larvas, que son de color verdoso y algo peludas, van royendo las hojas hasta dejar tan sólo sus nervios centrales. Podemos prevenirla buscando los huevos en el envés de las hojas y destruyéndolos con los dedos o recoger manualmente las orugas. Ver otros remedios ecológicos.
- Pulgón: succionan la savia de las hojas, dando lugar a unas manchas amarillentas que terminan deformándolas. La planta se marchita y pierde mucha calidad. Aquí tienes 10 remedios ecológicos para evitar y combatir el pulgón.
- Babosas y caracoles: aunque no suponen un serio problema, se pueden comer las hojas de la col, accediendo a las hojas más externas y duras que normalmente no consumimos. Para evitarlos, aprovecharemos los días de lluvia para recogerlos y colocaremos tejas alrededor del cultivo para que se refugien ahí y luego sea más fácil su recolección, pero además tienes otras 10 formas ecológicas de evitar y combatir plagas de babosas y caracoles.
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Una vez que cosechas, puedes hacer chucrut o col fermentada, que posee probióticos muy beneficiosos para nuestra salud. Lee más aquí
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Angel Estuardo ha comentado el 29 de noviembre de 2018
Muy buena informacion