Qué debes tener en cuenta para cultivar remolacha o beterrada

Si tienes un huerto urbano o si estás pensando en montar uno, la remolacha o beterrada es una de las plantas hortícolas favoritas para cultivar por los hortelan@s. Y, por supuesto, también son una de las hortalizas más cultivadas en las huertas de campo. Las remolachas son muy nutritivas, lee más sobre las propiedades de la remolacha, podemos utilizarlas en ensaladas, batidos y licuados, gazpachos, cocinadas al horno, etc.

La remolacha de mesa, Beta vulgaris, pertenece a la familia botánica de las Quenopodiáceas y, al igual que acelgas, chirivías o zanahorias, son plantas bianuales, es decir, que tienen un ciclo de vida de 24 meses: el primer año se forma el tubérculo, después florecen y producen semillas. Hay remolachas rojas, blancas y amarillas, pudiendo tener formas más redondeadas o aplanadas.

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Qué debes tener en cuenta para cultivar remolacha o beterrada

Siembra

La remolacha es una planta hortícola que se reproduce por semillas. La sembramos directamente en el lugar de cultivo, sin tener que preparar semilleros o planteles. No son una semilla especialmente fácil de germinar, por eso, si las dejamos en remojo entre 4 y 6 horas antes de la siembra tendremos mayor probabilidad de que más semillas germinen. No hace falta que entierres las semillas a mucha profundidad, a unos 2/3 cm es suficiente. Cúbrelas sin presionar mucho la tierra. Deja una separación de 35/40 cm entre planta y planta. Si siembras de forma escalonada, por ejemplo, cada dos semanas, podrás ir cosechando poco a poco durante toda la temporada. Para otras hortalizas, mira el calendario de siembra.

Sustrato

Debemos evitar los suelos o sustratos con poco drenaje y pobres en materia orgánica. Idealmente las remolachas deben tener entre 20/25 cm de profundidad para poder crecer bien, en caso de que las vayas a sembrar en macetas. El sustrato debe ser rico en materia orgánica y estar libre de piedras y terrones grandes de tierra.

pH

El pH de la tierra de cultivo es muy importante. Puede afectar a la biodisponibilidad de los nutrientes y al desarrollo de la planta. En general, la remolacha crece bien en pH entre 6 y 7.

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Luz

La beterrada crece mejor a pleno sol, búscalas un sitio que reciba mínimo 5 horas de luz directa al día. Evita sembrarla en ubicaciones en semisombra, debajo de otras plantas más grandes o de árboles y arbustos.

Riego

Es importante mantener la tierra húmeda una vez sembradas las semillas (esto favorecerá la germinación), pero sin excedernos con el agua. Puedes poner un acolchado o mulch alrededor para mantener la humedad de la tierra. Además, el acolchado ayuda a mantener una temperatura más homogénea en la tierra y evita que crezcan plantas no deseadas o adventicias.  En general, la remolacha es un tipo de cultivo que requiere de suelos húmedos.

Temperatura

Las beterradas aguantan bien las temperaturas bajas, aunque prefieren zonas con temperaturas templadas y con humedad, pero la verdad es que es una planta que podemos cultivar prácticamente durante todo el año.

Plagas

Las más comunes en el cultivo de la remolacha o beterrada son el pulgón, nematodos, mosca de la remolacha y puede tener enfermedades causadas por hongos. En cualquier caso, tenemos a nuestro alcance muchas opciones a la hora de prevenir y combatir plagas de forma ecológica.

Cosecha

Dependiendo de la variedad, se puede cosechar en unos 90 a 120 días, cuando la beterrada mide entre 4 y 8 cm de diámetro ya está lista para comer. Si son más grandes, puede que no estén tan tiernas. Por cierto, las hojas de la remolacha también pueden ser utilizadas al igual que otras verduras de hoja verde: en batidos verdes, ensaladas, sopas, al vapor, estofados, etc.

 

Te recomiendo que busques variedades de remolacha de tu zona para que éstas tengan más posibilidades de estar más sanas y aguantar mejor la meteorología, las plagas y las enfermedades más comunes. Así contribuyes también a mantener las variedades autóctonas de semillas.